7 (8) ¡Haz que desaparezcan como agua entre los dedos! ¡Haz que los pisoteen como a la hierba del camino!
Isaías 13:7 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Todos ustedes se quedarán sin fuerzas, perderán el valor, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Por tanto, toda mano se debilitará, y desfallecerá todo corazón de hombre, Biblia Nueva Traducción Viviente Todos los brazos están paralizados de temor; cada corazón se derrite Biblia Católica (Latinoamericana) Por eso, todos los brazos caen sin fuerza... A todos los hombres se les para el corazón. La Biblia Textual 3a Edicion Todos los brazos desmayarán, Todo corazón humano desfallecerá, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por eso, todas las manos desfallecerán, desmayará todo corazón humano. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por tanto, toda mano se debilitará, y desfallecerá todo corazón de hombre; |
7 (8) ¡Haz que desaparezcan como agua entre los dedos! ¡Haz que los pisoteen como a la hierba del camino!
Dios le dio este mensaje a Isaías, y él se lo comunicó al pueblo: «¡Miren! Dios se acerca a Egipto, cabalgando en una nube veloz. Ante él tiemblan los dioses de Egipto, y el pueblo egipcio se llena de miedo.
Por eso dejas sin fuerza a sus habitantes; y los confundes y llenas de miedo. ¡Y se han vuelto como la hierba del campo, como el pasto verde; como la hierba de los tejados que se seca antes de crecer!
Tus hijos están tirados por las calles, están como venados atrapados en la red. Toda la furia y el reproche de Dios han caído sobre ellos.
El rey de Babilonia lo sabe, y se muere de miedo; se retuerce de angustia.
»Los soldados de Babilonia ya no tienen valor para luchar. Débiles y llenos de miedo, se han refugiado en sus torres; mientras tanto, el enemigo quema casas y derriba puertas.
12 (17) ¡Llora de dolor, hombre mortal! ¡Golpéate con rabia el pecho, porque esta espada matará a mi pueblo! Todos los jefes de Israel y todos los israelitas están condenados a muerte.
7 (12) Y si te preguntan por qué lloras, diles que te da tristeza saber que pronto pasará algo que dejará a todos sin aliento, sin fuerzas y temblando de miedo. Esto sucederá en cualquier momento. Ya no tarda. Les juro que así será».
Cuando nuestro Dios se enoja, las piedras se hacen polvo, como si las partiera un rayo; cuando nuestro Dios se enoja, nadie puede mantenerse firme.
10 (11) Asiria, tu capital ha quedado destruida, arruinada y con poca gente; los que quedaron tiemblan de miedo, las fuerzas los abandonan, y el terror los deja pálidos.
11-12 (12-13) Asiria parecía un león feroz: mataba y despedazaba a sus enemigos, luego tomaba sus riquezas y las repartía entre su gente. Nadie invadía su territorio. ¿Pero dónde está ahora su poder? ¿Dónde están sus feroces soldados?
Cuando lo supimos, nos dio mucho miedo y nos desanimamos. Reconocemos que el Dios de ustedes reina en el cielo y también aquí en la tierra.