Al oír esto, el mayordomo se inclinó hasta el suelo y dio gracias a Dios;
Hechos 10:7 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Tan pronto como el ángel se fue, Cornelio llamó a dos de sus sirvientes. Llamó también a un soldado de su confianza que amaba a Dios, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Ido el ángel que hablaba con Cornelio, este llamó a dos de sus criados, y a un devoto soldado de los que le asistían; Biblia Nueva Traducción Viviente En cuanto el ángel se fue, Cornelio llamó a dos de los sirvientes de su casa y a un soldado devoto, que era uno de sus asistentes personales. Biblia Católica (Latinoamericana) Apenas desapareció el ángel que le hablaba, Cornelio llamó a dos criados y a un soldado piadoso que estaba a su servicio. La Biblia Textual 3a Edicion Y cuando se fue el ángel que le hablaba,° llamando a dos de los criados, y a un soldado devoto de los que lo servían constantemente,° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Apenas hubo desaparecido el ángel que le hablaba, cuando llamó a dos de sus servidores y a un soldado piadoso de los de su confianza, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando se fue el Ángel que habló con Cornelio, este llamó dos de sus criados, y a un devoto soldado de los que continuamente le asistían; |
Al oír esto, el mayordomo se inclinó hasta el suelo y dio gracias a Dios;
Después de que los sabios regresaron a su país, un ángel de Dios se le apareció a José en un sueño y le dijo: «Levántate. Escapa a Egipto con el niño y con su madre, y quédate allá hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.»
En ese tiempo había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que obedecía a Dios y lo amaba mucho. Vivía esperando que Dios libertara al pueblo de Israel. El Espíritu Santo estaba sobre Simeón,
Unos soldados preguntaron: —Juan, ¿qué podemos hacer nosotros? Él les contestó: —Ustedes amenazan a la gente y la obligan a que les dé dinero. Solo así le prometen dejarla en paz. ¡No lo vuelvan a hacer, y quédense satisfechos con su salario!
que está viviendo en casa de un curtidor de pieles llamado Simón. La casa está junto al mar.»
Y los que tengan amos cristianos no deben dejar de obedecerlos solo porque ambos son cristianos. Al contrario, deben hacer bien su trabajo, y aún mejor, pues lo están haciendo para alguien a quien aprecian y que también confía en Dios. A los miembros de la iglesia, y a sus líderes, enséñales que deben obedecer lo que te voy a decir:
Solo que ahora ya no lo tendrás como a un esclavo, sino como a un hermano muy querido, lo cual es mucho mejor. Yo lo quiero mucho, pero tú debes quererlo aún más. Quiérelo como a un miembro de la familia del Señor, y no como a cualquier persona.
Pero si tienes miedo de atacarlos, baja al campamento con tu sirviente Purá.