17 (18) Mañana, tarde y noche, no dejaré de rogarle; ¡él habrá de escucharme!
Hechos 10:3 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Un día, a eso de las tres de la tarde, Cornelio tuvo una visión, en la que claramente veía que un ángel de Dios llegaba a donde él estaba y lo llamaba por su nombre. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Este vio claramente en una visión, como a la hora novena del día, que un ángel de Dios entraba donde él estaba, y le decía: Cornelio. Biblia Nueva Traducción Viviente Una tarde, como a las tres, tuvo una visión en la cual vio que un ángel de Dios se le acercaba. —¡Cornelio! —dijo el ángel. Biblia Católica (Latinoamericana) Una tarde, alrededor de las tres, tuvo una visión de la que no pudo dudar: un ángel de Dios entraba a su habitación y le llamaba: '¡Cornelio!' La Biblia Textual 3a Edicion como a la hora novena° del día, vio claramente en una visión a un ángel de Dios yendo hacia° él, que le decía: ¡Cornelio! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Este hombre vio claramente en una visión cómo, alrededor de la hora nona del día, un ángel de Dios entraba en su casa y le decía: 'Cornelio'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Este vio claramente en visión, como a la hora novena del día, al Ángel de Dios que entraba a donde él estaba y le decía: Cornelio. |
17 (18) Mañana, tarde y noche, no dejaré de rogarle; ¡él habrá de escucharme!
Dios le respondió: —Está bien, voy a acompañarlos, porque realmente te amo y confío en ti.
Israel es mi pueblo elegido, y mi fiel servidor. Por amor a él, y aunque tú no me conocías, yo te llamé por tu nombre y te di el título de rey.
A esa hora, Jesús gritó con mucha fuerza: «¡Elí, Elí!, ¿lemá sabactani?» Eso quiere decir: «¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?»
De pronto, un ángel de Dios se le apareció a Zacarías al lado derecho del altar.
De pronto, muchos ángeles aparecieron en el cielo y alababan a Dios cantando:
Mientras tanto, Pedro se quedó admirado, pensando en el significado de esa visión. En eso, los hombres que Cornelio había enviado llegaron a la casa de Simón
Pedro seguía pensando en lo que había visto, pero el Espíritu del Señor le dijo: «Mira, unos hombres te buscan.
Cornelio le respondió: —Hace cuatro días, como a las tres de la tarde, yo estaba aquí en mi casa, orando. De pronto se me apareció un hombre con ropa muy brillante,
Al día siguiente, mientras el soldado y los sirvientes se acercaban al puerto de Jope, Pedro subió a la azotea de la casa para orar. Era como el mediodía.
Él nos contó que un ángel del Señor se le había aparecido y le había dicho: “Envía unos mensajeros a Jope, para que hagan venir a un hombre llamado Pedro.
Anoche se me apareció un ángel, enviado por el Dios a quien sirvo y pertenezco.
Un día, como a las tres de la tarde, Pedro y Juan fueron al templo. A esa hora los judíos acostumbraban orar.
Pero en la noche un ángel del Señor se les apareció, abrió las puertas de la cárcel, y los liberó. Luego les dijo:
En Damasco vivía un seguidor de Jesús llamado Ananías. En una visión que tuvo, oyó que el Señor Jesús lo llamaba: —¡Ananías! ¡Ananías! —Señor, aquí estoy —respondió. Y el Señor le dijo:
Saulo cayó al suelo, y una voz le dijo: —¡Saulo, Saulo! ¿Por qué me persigues?
Porque los ángeles son solamente espíritus que sirven a Dios, y él los envía para ayudar a toda la gente que Dios habrá de salvar.
El Hijo de Dios llegó a ser superior a los ángeles, pues Dios le dio un nombre mucho más importante que el de ellos.