Génesis 37:20 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Vamos a matarlo y a echarlo en uno de estos pozos, y diremos que algún animal feroz se lo comió. ¡Ya vamos a ver si se cumplen sus sueños!» Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Ahora pues, venid, y matémosle y echémosle en una cisterna, y diremos: Alguna mala bestia lo devoró; y veremos qué será de sus sueños. Biblia Nueva Traducción Viviente Vamos, matémoslo y tirémoslo en una de esas cisternas. Podemos decirle a nuestro padre: “Un animal salvaje se lo comió”. ¡Entonces veremos en qué quedan sus sueños! Biblia Católica (Latinoamericana) Este es el momento: matémoslo y echémoslo en un pozo cualquiera, y diremos que algún animal feroz lo devoró. ¡Ahí vamos a ver en qué quedan sus sueños!' La Biblia Textual 3a Edicion Ahora pues, vamos, matémoslo y arrojémoslo en una de las cisternas, y digamos que una mala bestia lo devoró. Veremos entonces qué serán sus sueños. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Lo mataremos, lo arrojaremos a una cisterna y diremos que una bestia salvaje le devoró. Veremos así en qué acaban sus sueños'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Venid, pues, ahora; matémoslo y echémoslo en un pozo, y diremos: Alguna mala bestia lo devoró; y veremos qué será de sus sueños. |
Judá entonces les dijo a sus hermanos: «No ganamos nada con matar a nuestro hermano, y luego tener que mentir acerca de su muerte.
Luego le llevaron la capa a Jacob, y le dijeron: —¡Mira lo que encontramos! Nos parece que es la capa de tu hijo.
Jacob la reconoció, y lleno de dolor gritó: —¡Sí, es la capa de mi hijo! ¡Seguramente algún animal feroz lo hizo pedazos y se lo comió!
El profeta de Judá se fue, pero en el camino un león lo atacó y lo mató. Su cuerpo quedó tirado en el camino, pero el burro y el león permanecieron a su lado.
Eliseo se dio vuelta y los miró. Luego, con la autoridad que Dios le había dado, les anunció que recibirían su castigo. Enseguida dos osos salieron del bosque y despedazaron a cuarenta y dos de los muchachos.
5 (6) Cuando hacen sus planes malvados, se animan los unos a los otros; piensan dónde esconder sus trampas, y creen que nadie las verá.
Querido jovencito, si los malvados quieren que te portes mal, no te dejes llevar por ellos.
Quien esconde su pecado jamás puede prosperar; quien lo confiesa y lo deja, recibe el perdón.
»Ustedes se sienten muy seguros por haber hecho un trato con Egipto; pero es un trato de muerte, es un trato engañoso.
Si no me creen cuando les hablo de las cosas de este mundo, ¿cómo me creerán si les hablo de las cosas del cielo?
Antes, nosotros mismos éramos ignorantes y desobedientes, y andábamos perdidos. Para divertirnos, hacíamos todo lo malo que se nos ocurría. Éramos malvados y envidiosos, y esclavos de esos malos deseos. Todo el mundo nos odiaba, y nosotros también odiábamos a los demás.
20 (21) »Yo sé muy bien que llegarás a ser rey, y que al pueblo de Israel le irá muy bien contigo.
Saúl se levantó y, acompañado de tres mil de sus mejores soldados, se fue al desierto de Zif para buscar a David.