¡Que todas las naciones te sirvan y te respeten! ¡Que tus propios parientes se inclinen ante ti, y te reconozcan como su jefe! ¡Malditos sean los que te maldigan! ¡Benditos sean los que te bendigan!»
Génesis 37:10 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Cuando les contó este sueño a su padre y a sus hermanos, su padre lo reprendió, y le dijo: —¿Qué clase de sueño es ese? ¿Quieres decir que tu madre y tus hermanos, y yo mismo, vamos a ser tus esclavos? Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y lo contó a su padre y a sus hermanos; y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti? Biblia Nueva Traducción Viviente Esta vez le contó el sueño a su padre además de a sus hermanos, pero su padre lo reprendió. —¿Qué clase de sueño es ese? —le preguntó—. ¿Acaso tu madre, tus hermanos y yo llegaremos a postrarnos delante de ti? Biblia Católica (Latinoamericana) Su padre, que también lo escuchaba, lo reprendió y le dijo: '¿Qué sueño es ese que has tenido? ¿Acaso yo, tu madre y tus hermanos tendremos que inclinarnos ante ti?' La Biblia Textual 3a Edicion Y lo refirió a su padre y a sus hermanos, pero su padre lo reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso yo, tu madre y tus hermanos llegaremos a postrarnos en tierra ante ti? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Lo contó a su padre y a sus hermanos y su padre le reprendió diciéndole: '¿Qué sueño es ése? ¿Es que yo, tu madre y tus hermanos hemos de venir a postrarnos en tierra ante ti?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y lo contó a su padre y a sus hermanos: y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Hemos de venir yo y tu madre, y tus hermanos, a inclinarnos a ti a tierra? |
¡Que todas las naciones te sirvan y te respeten! ¡Que tus propios parientes se inclinen ante ti, y te reconozcan como su jefe! ¡Malditos sean los que te maldigan! ¡Benditos sean los que te bendigan!»
y soñé que estábamos en medio del campo, atando el trigo en manojos. De repente, mi manojo se levantó y se quedó bien derecho, mientras los de ustedes lo rodeaban y se inclinaban ante él.
José tuvo otro sueño, y también se lo contó a sus hermanos. Les dijo: —Fíjense que tuve otro sueño. Resulta que esta vez el sol, la luna y once estrellas, se inclinaban ante mí.
Cuando José llegó a su casa, ellos se inclinaron delante de él y le entregaron los regalos que le habían llevado. Luego de saludarlos, José les preguntó si su padre aún vivía. Ellos le respondieron: —Así es, nuestro padre todavía vive, está bien de salud y listo para servirle.
Cuando llegaron, José todavía estaba en su casa. Judá y sus hermanos se arrojaron a sus pies,
»Los descendientes de sus antiguos enemigos vendrán y se humillarán ante ustedes; quienes antes los despreciaban, se arrodillarán ante ustedes y llamarán a Jerusalén: “Ciudad del Dios santo de Israel”.