Luego de hablar con Abraham, Dios se fue de allí. Abraham, por su parte, regresó a su tienda de campaña.
Génesis 30:25 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Tiempo después de que José nació, Jacob le dijo a Labán: —Dame mis esposas y mis hijos, pues por ellos te he servido. Déjame regresar a mi país. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Aconteció cuando Raquel hubo dado a luz a José, que Jacob dijo a Labán: Envíame, e iré a mi lugar, y a mi tierra. Biblia Nueva Traducción Viviente Poco tiempo después de que Raquel dio a luz a José, Jacob le dijo a Labán: —Por favor, libérame para que regrese a mi hogar en mi propia tierra. Biblia Católica (Latinoamericana) Después de que Raquel hubo dado a luz a José, Jacob dijo a Labán: 'Déjame regresar a mi patria y mi tierra. La Biblia Textual 3a Edicion Y aconteció que cuando Raquel hubo dado a luz a José, Jacob dijo a Labán: Despídeme, para que pueda irme a mi lugar y a mi tierra. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Después que Raquel dio a luz a José, dijo Jacob a Labán. 'Déjame partir; que yo pueda irme a mi lugar, a mi tierra. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció, cuando Raquel hubo dado a luz a José, que Jacob dijo a Labán: Envíame, e iré a mi lugar, y a mi tierra. |
Luego de hablar con Abraham, Dios se fue de allí. Abraham, por su parte, regresó a su tienda de campaña.
Después de eso, él y sus hombres comieron y bebieron, y pasaron la noche allí. A la mañana siguiente, cuando se levantaron, el mayordomo pidió permiso para volver a la casa de su amo,
Pero el mayordomo les rogó: —¡No me detengan más! Ya Dios me ha dado éxito en mi viaje, así que déjenme volver a la casa de mi amo.
Desde la parte más alta de la escalera, Dios le decía: «Yo soy el Dios de Abraham y de Isaac. A ti y a tus descendientes les daré la tierra donde ahora estás acostado.
Yo estaré contigo, y no te abandonaré hasta cumplir lo que te he prometido. Te cuidaré por dondequiera que vayas, y te haré volver a esta tierra».
Yo soy el Dios que se te apareció en Betel, donde derramaste aceite sobre una piedra y me hiciste una promesa. Apártate de Labán, y regresa a Canaán, que es donde tú naciste”.»
55 (32.1) A la mañana siguiente Labán se levantó muy temprano, y luego de besar a sus nietos y a sus hijas, les dio su bendición y se regresó a su casa.
Abraham confió tanto en Dios que vivió como un extranjero en el país que Dios le había prometido. Vivió en tiendas de campaña, igual que Isaac y Jacob, a quienes Dios también les había prometido ese país.