y acercándose a él le dijo: —No me digas que vas a matar a los buenos junto con los malos.
Génesis 18:24 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Supongamos que en la ciudad se encuentran cincuenta personas buenas. ¿No perdonarías, por esas cincuenta personas, a todos los que allí viven? Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Quizá haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él? Biblia Nueva Traducción Viviente Supongamos que encuentras cincuenta personas justas en la ciudad, ¿aun así la destruirás y no la perdonarás por causa de los justos? Biblia Católica (Latinoamericana) Tal vez haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿es cierto que vas a acabar con todos y no perdonar el lugar en atención a esos cincuenta justos? La Biblia Textual 3a Edicion Quizá haya cincuenta justos en medio de la ciudad. ¿Arrasarás, acaso, y no perdonarás al lugar, por amor a los cincuenta justos que estén en medio de ella? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Quizá haya cincuenta justos en la ciudad. ¿Los aniquilarás, acaso, y no perdonarás al lugar por los cincuenta justos que hay allí? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Quizá haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él? |
y acercándose a él le dijo: —No me digas que vas a matar a los buenos junto con los malos.
¡Tú eres el juez de toda la tierra! ¡Tú no puedes matar a los que hacen lo bueno junto con los que hacen lo malo! ¡Tú eres un Dios justo!
De nuevo dijo Abraham: —Yo te ruego, Dios mío, que no te enojes conmigo, pero solo insistiré una vez más. ¿Y qué tal si solo se encuentran diez? Y Dios le aseguró: —Por esos diez, no destruiré la ciudad.
¡El daño o el beneficio de que peques o no peques es para los que viven contigo!
»Si yo, el Dios todopoderoso, no hubiera salvado a unos pocos, Jerusalén se habría quedado en ruinas, como sucedió con Sodoma y Gomorra».
Dios dijo: «Vayan por las calles de Jerusalén; miren bien por las plazas, y busquen a una sola persona buena, que haga justicia y diga la verdad. Si la encuentran, entonces yo perdonaré a la ciudad.
El ángel me dijo: “Pablo, no tengas miedo, porque tienes que presentarte ante el emperador de Roma. Gracias a ti, Dios no dejará que muera ninguno de los que están en el barco.”