También quemaron incienso como hacían las naciones que Dios había expulsado de ese territorio cuando llegaron los israelitas, y así desobedecieron a Dios. Por eso Dios se enojó,
Éxodo 23:24 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual »Ustedes no deben adorar a los dioses de esos pueblos. Al contrario, deben destruir sus ídolos y sus altares. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 No te inclinarás a sus dioses, ni los servirás, ni harás como ellos hacen; antes los destruirás del todo, y quebrarás totalmente sus estatuas. Biblia Nueva Traducción Viviente No rindas culto a los dioses de estas naciones, ni los sirvas de ninguna manera, ni imites sus prácticas malvadas. En cambio, destruye sus ídolos por completo y destroza sus columnas sagradas. Biblia Católica (Latinoamericana) No adorarás a sus dioses; no los servirás ni harás lo que allá se hace; antes bien destruirás sus dioses y harás pedazos sus estatuas. La Biblia Textual 3a Edicion No te postrarás ante sus dioses, ni les rendirás culto, ni harás según sus obras, sino que los destruirás por completo y destrozarás enteramente sus estelas.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 No te postrarás delante de sus dioses ni los servirás, ni obrarás según su conducta, sino que destruirás sus dioses y arrasarás sus estelas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No te inclinarás a sus dioses, ni los servirás, ni harás como ellos hacen; antes los destruirás del todo, y quebrarás enteramente sus estatuas. |
También quemaron incienso como hacían las naciones que Dios había expulsado de ese territorio cuando llegaron los israelitas, y así desobedecieron a Dios. Por eso Dios se enojó,
y siguieron las mismas costumbres de las naciones que Dios había expulsado de su territorio, y también las costumbres que habían introducido los reyes de Israel.
Quitó los pequeños templos de las colinas en donde la gente adoraba a los dioses, y destruyó todas las imágenes de Astarté. También hizo pedazos a la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque los israelitas la trataban como a un dios, pues le quemaban incienso y la llamaban Nehustán.
Joram desobedeció a Dios, pues se comportó mal, aunque no tanto como su padre y su madre, pues destruyó el lugar que su padre había preparado para adorar a Baal.
Luego Amasías regresó a Jerusalén, y como se llevó consigo varias imágenes de dioses falsos, comenzó a adorarlos y a quemar incienso en su honor.
Manasés no obedeció a Dios, pues practicó las costumbres vergonzosas de las naciones que Dios había expulsado del territorio de los israelitas.
Pero los israelitas no obedecieron a Dios, y Manasés les enseñó a cometer peores pecados que los que habían cometido las naciones que Dios había destruido cuando los israelitas llegaron a la región.
No quiero poner los ojos en la maldad que me rodea. No quiero nada con los desobedientes. ¡Odio todo lo que hacen!
No se arrodillen ante ellos ni hagan cultos en su honor. Yo soy el Dios de Israel, y soy un Dios celoso. Yo castigo a los hijos, nietos y bisnietos de quienes me odian,
»Cumplan con todas estas leyes, y jamás pidan la ayuda de otros dioses; ni siquiera pronuncien su nombre.
»No tengan ningún trato con esa gente ni los dejen seguir viviendo entre ustedes, pues de lo contrario los harán pecar contra mí. Tampoco adoren a sus dioses, porque si lo hacen podrían perder la vida».
Luego fue y echó el toro al fuego, lo molió hasta hacerlo polvo, y mezcló el polvo con el agua. Entonces les dijo a los israelitas: «¡Ahora, beban!»
»Por eso Dios los va a castigar; destruirá sus templos y monumentos, y les hará pagar por su pecado, pues quieren al mismo tiempo amar a Dios y a los dioses falsos.
Ustedes los israelitas vivieron antes en Egipto, y ahora los llevo a Canaán. No deberán comportarse ni como los egipcios ni como los cananeos.
»No se fabriquen ninguna clase de ídolos, ni los adoren, pues yo soy Dios.
Ellas los invitaron a sus fiestas. Allí comieron juntos y adoraron a los dioses de los moabitas.
deben echar fuera a la gente que vive allí. También deben destruir todas las figuras de piedra que adoran, las estatuas y los altares donde las adoran.
»Lo que ustedes deben hacer es derribar los altares de esa gente y destruir y quemar los ídolos que adoran, especialmente las imágenes de la diosa Astarté.