»A quien haya secuestrado y vendido a otra persona, o aún la tenga en su poder, se le condenará a muerte.
Éxodo 20:15 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual »No roben. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 No hurtarás. Biblia Nueva Traducción Viviente »No robes. Biblia Católica (Latinoamericana) No robes. La Biblia Textual 3a Edicion No robarás.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 No robarás. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No hurtarás. |
»A quien haya secuestrado y vendido a otra persona, o aún la tenga en su poder, se le condenará a muerte.
»No maltraten a su prójimo, ni le quiten lo que le pertenece. »No dejen de pagarle a sus trabajadores al final de cada día.
Los gobernantes y los jueces exigen dinero para favorecer a los ricos. Los poderosos dicen lo que quieren y siempre actúan con falsedad. ¡Son unos maestros para hacer lo malo!
El joven preguntó: —¿Cuáles mandamientos? Jesús le dijo: —No mates; no seas infiel en tu matrimonio; no robes; no mientas para hacerle daño a otra persona;
Y les dijo: «Dios dice en la Biblia: “mi casa será llamada: ‘Casa de oración’.” Pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones.»
Entonces Jesús le dijo a Judas: —¡Déjala tranquila! Ella estaba guardando ese perfume para el día de mi entierro. En cuanto a los pobres, siempre los tendrán cerca de ustedes, pero a mí no siempre me tendrán. En realidad, a Judas no le importaban los pobres; dijo eso porque era un ladrón. Como él era el encargado de cuidar el dinero de Jesús y de los discípulos, a veces se lo robaba.
En la ley hay mandatos como estos: «No sean infieles en su matrimonio. No maten. No roben. No se dejen dominar por el deseo de tener lo que otros tienen.» Estos mandamientos, y todos los demás, pueden resumirse en uno solo: «Cada uno debe amar a su prójimo, como se ama a sí mismo.»
Quien antes fue ladrón, debe dejar de robar, y ahora trabajar bien y con sus propias manos. Así tendrá dinero para ayudar a las personas necesitadas.
»Cualquiera que se robe a otra persona para venderla o convertirla en esclava, será condenado a muerte. No permitan que en su país se cometa esa maldad.
No deben engañar a los demás miembros de la iglesia, ni aprovecharse de ellos. Ya les hemos advertido que el Señor castigará duramente a los que se comporten así.