A la mujer le dijo: «Cuando tengas tus hijos, ¡haré que los tengas con muchos dolores! A pesar de todo, desearás tener hijos con tu esposo, y él será quien te domine».
Efesios 5:22 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Las esposas deben sujetarse a sus esposos, así como lo hacen con Cristo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; Biblia Nueva Traducción Viviente Para las esposas, eso significa: sométase cada una a su marido como al Señor, Biblia Católica (Latinoamericana) Lo sean así las esposas a sus maridos, como al Señor. La Biblia Textual 3a Edicion Las casadas: A sus propios maridos,° como al Señor, Biblia Serafín de Ausejo 1975 las mujeres a sus maridos como al Señor. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor. |
A la mujer le dijo: «Cuando tengas tus hijos, ¡haré que los tengas con muchos dolores! A pesar de todo, desearás tener hijos con tu esposo, y él será quien te domine».
Cuando se conozca la orden de Su Majestad en todo este gran reino, todas las mujeres respetarán a sus esposos, sean ricos o pobres.
envió cartas a todas las provincias del país. Las cartas fueron escritas en el idioma de cada provincia, y dejaban en claro que el esposo era el jefe de la familia, y que en la casa se debía hablar su idioma.
las mujeres deben guardar silencio en las reuniones. No está permitido que ellas hablen; más bien, deben mostrarse respetuosas como dice la ley de Moisés.
Esclavos y esclavas, obedezcan a los que aquí en la tierra son sus amos. Obedézcanlos con respeto, sinceridad, y de buena gana, como si estuvieran sirviendo a Cristo mismo.
Dios les dio nueva vida, pues los resucitó juntamente con Cristo. Por eso, dediquen toda su vida a hacer lo que a Dios le agrada. Piensen en las cosas del cielo, donde Cristo gobierna a la derecha de Dios. No piensen en las cosas de este mundo.
Ustedes, las esposas, deben sujetarse a sus esposos, pues es lo que se espera de ustedes como cristianas.
También deben enseñarles a pensar bien lo que van a hacer, y a ser dueñas de sí mismas, a atender bien a su familia y sujetarse a su esposo. Así nadie podrá hablar mal del mensaje de Dios.