Pero Eliseo le dijo: —Yo sé que Naamán se bajó de su carro para recibirte, pues yo estaba allí con mi pensamiento. Este no es el momento de aceptar dinero, ropa, viñedos o huertos de olivos, ovejas, toros ni esclavos.
Eclesiastés 3:6 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual hoy todo lo ganamos, mañana todo lo perdemos; hoy todo lo guardamos, mañana todo lo tiramos; Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; Biblia Nueva Traducción Viviente Un tiempo para buscar y un tiempo para dejar de buscar. Un tiempo para guardar y un tiempo para botar. Biblia Católica (Latinoamericana) tiempo para buscar y tiempo para perder;
tiempo para conservar y tiempo para tirar fuera;' La Biblia Textual 3a Edicion Tiempo de buscar y tiempo de perder, Tiempo de guardar y tiempo de desechar, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hay tiempo de buscar y tiempo de perder. Hay tiempo de guardar y tiempo de desechar. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; |
Pero Eliseo le dijo: —Yo sé que Naamán se bajó de su carro para recibirte, pues yo estaba allí con mi pensamiento. Este no es el momento de aceptar dinero, ropa, viñedos o huertos de olivos, ovejas, toros ni esclavos.
Ellos fueron y buscaron a los sirios hasta el río Jordán. En todo el camino encontraron ropa y cosas que los sirios habían dejado tiradas por el apuro de escapar. Después los hombres regresaron y le contaron al rey lo que habían visto.
Hazael fue a buscar a Eliseo, y en cuarenta camellos, le llevó de regalo de lo mejor que había en Damasco. Cuando llegó delante de Eliseo, le dijo: —Ben-hadad, rey de Siria, te considera como un padre. Me envía para que me digas si él va a sanar de su enfermedad.
Siempre que ayuda a los pobres, lo hace con generosidad; en todo sale triunfante, y levanta la cabeza con orgullo.
hoy esparcimos piedras, mañana las recogemos; hoy nos abrazamos, mañana nos despedimos;
Cada uno de los marineros, temblando de miedo, llamaba a gritos a su dios. Ya desesperados, arrojaron al mar toda la carga del barco para quitarle peso. Mientras tanto, Jonás dormía plácidamente en la bodega del barco.
Y todos los que, por seguirme, hayan dejado a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos o a sus hermanas, a su padre o a su madre, su casa o un terreno, recibirán cien veces más de lo que dejaron, y tendrán además vida eterna.
Tres días después, también echaron al mar todas las cuerdas que usaban para manejar el barco.
y todos comimos lo que quisimos. Luego los marineros tiraron el trigo al mar, para que el barco quedara más liviano.