Pero Abraham volvió a decir: —Dios mío, perdona mi atrevimiento de hablar contigo, pues ante ti no soy nada.
Eclesiastés 12:7 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Cuando llegue ese día, volverás a ser polvo, porque polvo fuiste, y el espíritu volverá a Dios, pues él fue quien lo dio. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio. Biblia Nueva Traducción Viviente Pues ese día el polvo volverá a la tierra, y el espíritu regresará a Dios, que fue quien lo dio. Biblia Católica (Latinoamericana) El polvo vuelve a la tierra de donde vino,
y el espíritu sube a Dios que lo dio. La Biblia Textual 3a Edicion Y el polvo° vuelva a la tierra, de donde procede, Y el espíritu retorne a Ha-’Elohim, que lo dio. Biblia Serafín de Ausejo 1975 antes de que vuelva el polvo a la tierra de donde vino y el hálito vital vuelva a Dios, que lo dio. Biblia Reina Valera Gómez (2023) entonces el polvo volverá a la tierra, como era, y el espíritu volverá a Dios que lo dio. |
Pero Abraham volvió a decir: —Dios mío, perdona mi atrevimiento de hablar contigo, pues ante ti no soy nada.
Entonces Dios tomó un poco de polvo, y con ese polvo formó al hombre. Luego sopló en su nariz, y con su propio aliento le dio vida. Así fue como el hombre comenzó a vivir.
»Muy duro tendrás que trabajar para conseguir tus alimentos. Así será hasta el día en que mueras, y vuelvas al polvo de la tierra, del cual fuiste tomado. Tú no eres más que polvo, ¡y al polvo tendrás que volver!»
¿Por qué no me perdonas y te olvidas de mi maldad? Me queda muy poco de vida; cuando me busques, ya estaré muerto».
Si les das la espalda, se llenan de miedo; si les quitas el aliento, mueren y se vuelven polvo;
Cuando ese hombre muere, se vuelve polvo; y ese día mueren con él todos los planes que hizo.
6 (7) Odio a los que adoran ídolos, pues estos no sirven para nada; ¡pero yo en ti confío!
Tú marcas el fin de nuestra existencia cuando nos ordenas volver al polvo.
»Pueblo mío, no siempre voy a acusarte, ni estaré enojado todo el tiempo. Yo mismo te hice, y no quiero que te desanimes.
Pero, sin que nadie se diera cuenta, el rey me hizo este juramento: —¡No pienso matarte, ni tampoco pienso dejar que te maten! ¡Eso te lo juro por el Dios que nos ha dado la vida!
Ese día volverán a vivir muchos de los que ya han muerto. Unos se levantarán de la tumba para vivir para siempre, pero otros volverán a vivir para sufrir por siempre la vergüenza y el horror.
Dios me dio este mensaje para los israelitas: «Yo soy el Dios todopoderoso. Yo fui quien extendió los cielos y afirmó las bases de la tierra. Yo soy quien dio vida a todos los seres humanos.
Moisés y Aarón se tiraron de cara al suelo, y le dijeron a Dios: —Dios mío, tú que nos das vida a todos, ¡no los mates! ¿Vas a destruirlos por culpa de un solo hombre?
—Dios mío, tú eres el que nos da vida a todos. Te pido que les des a los israelitas un líder
Jesús gritó con fuerza y dijo: «¡Padre, mi vida está en tus manos!» Después de decir esto, murió.
Mientras le tiraban piedras, Esteban oraba así: «Señor Jesús, recíbeme en el cielo.»
y allí están todos aquellos a quienes Dios trató como a hijos, y a quienes les dio el derecho de vivir en el cielo. Ustedes se han acercado a Dios, quien juzgará a todo el mundo. También se han acercado a los espíritus de las personas buenas que Dios hizo perfectas.
Cuando éramos niños, nuestros padres aquí en la tierra nos corregían, y nosotros los respetábamos. Con mayor razón debemos obedecer a Dios, que es nuestro Padre que está en el cielo, pues así tendremos vida eterna.