41 (42) Pero los israelitas le reclamaron a David: —¿Por qué fueron nuestros hermanos de Judá, y no nosotros, los que ayudaron al rey y a su gente a cruzar el río?
Eclesiastés 10:13 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Comienza diciendo tonterías, y acaba diciendo estupideces, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 El principio de las palabras de su boca es necedad; y el fin de su charla, nocivo desvarío. Biblia Nueva Traducción Viviente Los necios basan sus pensamientos en suposiciones insensatas, por lo tanto, llegan a conclusiones locas y malvadas; Biblia Católica (Latinoamericana) Su punto de partida es un error, y la conclusión es tan peligrosa como absurda. La Biblia Textual 3a Edicion El principio de las palabras de su boca es la necedad, Y el fin de su perorata° no es más que un triste desvarío. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El comienzo de su parloteo es insensatez; el final de lo que dice pésima locura. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El principio de las palabras de su boca es necedad; y el fin de su charla es nociva locura. |
41 (42) Pero los israelitas le reclamaron a David: —¿Por qué fueron nuestros hermanos de Judá, y no nosotros, los que ayudaron al rey y a su gente a cruzar el río?
El rey contestó: —Si Dios no te ayuda, ¿cómo quieres que te ayude yo? No tengo trigo ni vino para darte.
El rey dijo: «¡Hoy mismo le voy a cortar la cabeza a Eliseo, hijo de Safat! ¡Que Dios me castigue si no lo hago!»
¡pero palabras no le faltan! ¿Qué va a pasar mañana? ¿Qué va a pasar después? ¡Nadie puede saberlo!
2 (1) Ante Dios, piensa bien lo que vas a decir, pues Dios es más poderoso que tú.
Entonces decidí investigar todo lo que pudiera acerca de la sabiduría y llegar a una conclusión. Así pude darme cuenta de que ser malo es una tontería, y que ser tonto es una locura.
Cuando Herodes se dio cuenta de que los sabios lo habían engañado, se puso muy furioso y mandó matar a todos los niños menores de dos años, que vivieran en Belén y sus alrededores.
El fariseo se sorprendió mucho al ver que Jesús no se había lavado las manos antes de comer.
Pero aquellos hombres se enojaron muchísimo y comenzaron a hacer planes contra Jesús.
Los fariseos vieron a los discípulos hacer esto, y dijeron: —¿Por qué desobedecen la ley? ¡Está prohibido hacer eso en el día de descanso!
Cuando los sacerdotes principales se enteraron de esto, planearon matar también a Lázaro,
Al cuarto día, le dijeron a la prometida de Sansón: «Averíguanos la solución de la adivinanza. Haz que tu prometido te la diga porque, si no, te quemaremos a ti y a toda tu familia. ¿Acaso pretenden dejarnos desnudos?»