Amós 8:7 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual »Pero yo soy el Dios de Israel, y les juro que nunca olvidaré sus malas acciones. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Jehová juró por la gloria de Jacob: No me olvidaré jamás de todas sus obras. Biblia Nueva Traducción Viviente Ahora el Señor ha hecho este juramento por su propio nombre, el Orgullo de Israel: «¡Nunca olvidaré las cosas perversas que han hecho! Biblia Católica (Latinoamericana) Pero no, pues Yavé jura, por su Tierra Santa, que jamás ha de olvidar lo que ustedes hacen. La Biblia Textual 3a Edicion Por causa de la soberbia de Jacob, YHVH ha jurado: ¡No me olvidaré jamás de todas sus obras! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por el orgullo de Jacob ha jurado Yahveh: '¡Jamás olvidaré ninguna de vuestras obras!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Juró Jehová por la gloria de Jacob: Ciertamente yo no me olvidaré de ninguna de sus obras. |
Esos malvados piensan que a ti no te importa, y que hasta escondes la cara para no ver lo que pasa.
4 (5) Dios nos ama, pues somos su pueblo. Por eso nos dio la tierra prometida; ¡esa tierra es nuestro orgullo!
5 (6) Dios se ha sentado en su trono entre gritos de alegría y toques de trompeta.
pues dijo: «¡Tengo en la mano la bandera de nuestro Dios! ¡Dios les ha declarado la guerra a los amalecitas y a todos sus descendientes!»
»Por eso Dios me dijo al oído: “Yo soy el Dios todopoderoso, y nunca les perdonaré este pecado”».
»Pero yo, que soy tu Dios, borraré todos tus pecados y no me acordaré más de todas tus rebeldías.
Dios le dijo a su pueblo: «Gente de Judá, ustedes llevan el pecado grabado en el corazón. Sus altares están marcados con su rebelión.
»Ya no hará falta que unos sean maestros de otros, y que les enseñen a conocerme, porque todos me conocerán, desde el más joven hasta el más viejo. Yo les perdonaré todas sus maldades, y nunca más me acordaré de sus pecados. Les juro que así será».
—¿Y acaso creen que Dios no lo sabía? Al contrario, Dios sabía muy bien que ustedes y sus antepasados, sus reyes y funcionarios, y todo el pueblo, adoraban a otros dioses.
Yo los conozco muy bien: están llenos de maldad, pero ellos no quieren reconocerlo.
Les encanta presentar ofrendas, y luego se comen la carne de los animales que presentan; pero todo eso me disgusta. Yo soy su Dios, y tengo presente sus muchos pecados. Por eso los voy a castigar, y volverán a ser esclavos de Egipto.
Tu maldad es tan grande que en nada eres diferente de los que vivían en Guibeá; ¡pero no olvidaré tu maldad y te castigaré por tus pecados!
Pero el poderoso Dios de Israel les jura que ya está cerca el día en que a ustedes y a sus hijos se los llevarán lejos de aquí. Tanto a ellos como a ustedes les pondrán ganchos en la boca,
Nuestro Dios, el todopoderoso, claramente ha dicho: «¡Ya no quiero a los israelitas! ¡Se sienten muy orgullosos de sus hermosos palacios! Por eso voy a entregarlos, a ellos y a su ciudad, en manos de sus enemigos.
»Él será una luz que alumbrará a todas las naciones, y será la honra de tu pueblo Israel.»