También ha enviado a su ángel para librarme de muchos peligros. Yo le pido que bendiga a estos dos muchachos. Que por medio de ellos sea recordado mi nombre, el nombre de mi abuelo Abraham y el de mi padre Isaac. ¡Que tengan muchos hijos!»
2 Timoteo 3:11 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Sabes cómo me han maltratado, y cómo he sufrido en las ciudades de Antioquía, Iconio y Listra. Pero el Señor Jesucristo me libró de todo eso. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor. Biblia Nueva Traducción Viviente Sabes cuánta persecución y sufrimiento he soportado, y cómo fui perseguido en Antioquía, Iconio y Listra; pero el Señor me rescató de todo eso. Biblia Católica (Latinoamericana) mi valentía, mis persecuciones y sufrimientos; sabes lo que me pasó en Antioquía, Iconio y Listra. ¡Cuántas persecuciones tuve que sufrir! Pero de todas me libró el Señor. La Biblia Textual 3a Edicion mis persecuciones, mis sufrimientos, como los que me sucedieron en Antioquía,° en Iconio,° en Listra,° como los padecimientos que sufrí, y de todos me libró el Señor. Biblia Serafín de Ausejo 1975 mis persecuciones y mis sufrimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio y en Listra. ¡Qué persecuciones tuve que sufrir! Pero de todas ellas me libró el Señor. Biblia Reina Valera Gómez (2023) persecuciones, aflicciones, como las que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra, persecuciones que he sufrido; pero de todas ellas me ha librado el Señor. |
También ha enviado a su ángel para librarme de muchos peligros. Yo le pido que bendiga a estos dos muchachos. Que por medio de ellos sea recordado mi nombre, el nombre de mi abuelo Abraham y el de mi padre Isaac. ¡Que tengan muchos hijos!»
Tú me pusiste a salvo de la furia de mis enemigos. Me pusiste por encima de mis adversarios, y me libraste de gente violenta.
19 (20) Los que son de Dios podrán tener muchos problemas, pero él los ayuda a vencerlos.
Dios les brinda su ayuda y los salva de los malvados; les da la victoria porque en él confían.
Por tanto, no tengan miedo, pues yo soy su Dios y estoy con ustedes. Mi mano victoriosa les dará fuerza y ayuda; mi mano victoriosa siempre les dará su apoyo.
»Ustedes, israelitas, son un pueblo débil y pequeño; pero no tengan miedo, porque cuentan con mi ayuda. Yo soy el Dios santo de Israel, yo les he dado libertad.
Aunque tengas graves problemas, yo siempre estaré contigo; cruzarás ríos y no te ahogarás, caminarás en el fuego y no te quemarás
Esa gente peleará contra ti, pero te aseguro que no te podrán vencer, porque yo estaré a tu lado para cuidarte».
27 (28) El Dios de Daniel puede salvar y libertar, y hacer grandes maravillas en el cielo y en la tierra. ¡El Dios de Daniel pudo salvarlo de las garras de los leones!»
Pablo y los demás siguieron el viaje a pie hasta la ciudad de Antioquía, en la región de Pisidia. Un sábado fueron a la sinagoga de la ciudad, y se sentaron allí.
Pero cuando los judíos vieron reunida a tanta gente, tuvieron envidia. Entonces comenzaron a decir que Pablo estaba equivocado en todo lo que decía, y también lo insultaron.
En el pueblo de Listra había un hombre que nunca había podido caminar. Era cojo desde el día en que nació. Este hombre estaba sentado,
Aunque he sufrido mucho por los problemas que me han causado algunos judíos, con toda humildad he cumplido con lo que el Señor Jesús me ha ordenado.
El alboroto era cada vez mayor. Entonces el jefe de los soldados romanos tuvo miedo de que mataran a Pablo, y ordenó que vinieran los soldados y se lo llevaran de nuevo al cuartel.
Te enviaré a hablar con los judíos y con los que no son judíos, y no dejaré que ninguno de ellos te haga daño.
Pero todavía sigo hablando de Jesús a todo el mundo, a ricos y a pobres, pues Dios me ayuda y me da fuerzas para seguir adelante. Siempre les hablo de lo que la Biblia ha dicho de todo esto:
Pídanle que en la región de Judea me proteja de los que no creen en él, y que el dinero que llevo a los hermanos de Jerusalén sea bien recibido.
Nosotros sufrimos mucho, así como Cristo sufrió. Pero también, por medio de él, Dios nos consuela.
Confiamos mucho en ustedes y sabemos que, si ahora sufren, también Dios los consolará.
Me alegro de ser débil, de ser insultado y perseguido, y de tener necesidades y dificultades por ser fiel a Cristo. Pues lo que me hace fuerte es reconocer que soy débil.
He luchado por obedecer a Dios en todo, y lo he logrado; he llegado a la meta, y en ningún momento he dejado de confiar en Dios.
Esto nos demuestra que Dios sabe solucionar los problemas y dificultades que tienen los que lo obedecen, pero que también habrá de castigar a los que hacen lo malo, y lo hará el día en que juzgue a todos.