Porque él está celebrando una fiesta, y ha matado toros, terneros y muchas ovejas. Ha invitado a los hijos del rey, al general Joab y al sacerdote Abiatar, y mientras comen y beben, gritan: “¡Viva el rey Adonías!”
2 Reyes 9:13 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Enseguida cada uno de ellos tomó su capa y la puso sobre los escalones como si fuera una alfombra. Después tocaron la trompeta y gritaron: «¡Viva el rey Jehú!» Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces cada uno tomó apresuradamente su manto, y lo puso debajo de Jehú en un trono alto, y tocaron corneta, y dijeron: Jehú es rey. Biblia Nueva Traducción Viviente Enseguida ellos tendieron sus mantos sobre las gradas y tocaron el cuerno de carnero mientras gritaban: «¡Jehú es rey!». Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces, sin esperar más, todos pusieron sus mantos sobre una tarima, y tocaron la trompeta diciendo: '¡Jehú es rey!' La Biblia Textual 3a Edicion Entonces cada uno se apresuró a tomar su manto y ponerlo debajo de él en un tramo de la escalera, y dieron soplido al shofar, y exclamaron: ¡Jehú reina! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se apresuraron a tomar cada uno su manto y los pusieron a sus pies sobre las mismas gradas; hicieron tocar las trompetas y gritaron: '¡Jehú es rey!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces se apresuraron y cada uno tomó su ropa y la puso debajo de él, sobre las gradas, y tocaron trompeta, y dijeron: Jehú es rey. |
Porque él está celebrando una fiesta, y ha matado toros, terneros y muchas ovejas. Ha invitado a los hijos del rey, al general Joab y al sacerdote Abiatar, y mientras comen y beben, gritan: “¡Viva el rey Adonías!”
El sacerdote Sadoc y el profeta Natán deben derramar aceite sobre la cabeza de Salomón para nombrarlo rey de Israel. Después, tocarán la trompeta y gritarán: “¡Viva el rey Salomón!”
Allí, el sacerdote Sadoc tomó el aceite que estaba en el santuario, y derramó aceite sobre la cabeza de Salomón para nombrarlo rey. Luego sonaron las trompetas y toda la gente gritó: «¡Viva el rey Salomón!»
Entonces Joiadá sacó a Joás, le puso la corona y le dio un documento con instrucciones para gobernar. Después le derramó aceite en la cabeza y así lo nombró rey. Todos aplaudieron y gritaron: «¡Viva el rey!»
Allí vio a Joás de pie, al lado de la columna del templo, como era la costumbre al nombrarse un rey. Junto a él estaban los capitanes y los músicos; la gente, llena de alegría, tocaba las trompetas. Entonces Atalía rompió su ropa y gritó: «¡Traición! ¡Traición!»
Ellos le dijeron: —No es cierto. Dinos qué quería. Jehú les respondió: —Me dijo que Dios me eligió para ser rey de Israel.
Jesús se dirigió a Jerusalén, y muchas personas empezaron a extender sus mantos en el camino por donde él iba a pasar.