Después le dijo a su ayudante: —Ve y mira hacia el mar. El ayudante fue, miró y le dijo: —No se ve nada. Elías le dijo: —Vuelve siete veces.
2 Reyes 4:12 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Luego le dijo a su sirviente Guehazí: —Esta señora se ha preocupado mucho por nosotros, pregúntale qué podemos hacer por ella. Pregúntale también si quiere que le hablemos bien de ella al rey o al jefe del ejército. Cuando el sirviente de Eliseo se lo preguntó, la mujer contestó: —No me falta nada; vivo tranquila entre mi gente. Cuando Eliseo le preguntó a su sirviente qué podían hacer por ella, Guehazí contestó: —Bueno, ella no tiene hijos y su marido es anciano. Entonces Eliseo le dijo: —Llámala. El sirviente la llamó, y cuando ella llegó, se quedó en la puerta. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces dijo a Giezi su criado: Llama a esta sunamita. Y cuando la llamó, vino ella delante de él. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces le dijo a su sirviente, Giezi: «Dile a la mujer sunamita que quiero hablar con ella». Cuando ella llegó, Biblia Católica (Latinoamericana) Le dijo a su sirviente Guejazí: '¡Llama a esa buena sunamita! Cuando la hayas llamado y esté cerca de ti, La Biblia Textual 3a Edicion Luego dijo a su siervo Giezi: Llama a esta sunamita; y cuando la llamó, se presentó ante él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo él a su criado Guejazí: 'Llama a esa sunamita'. La llamó, y ella se presentó ante él. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces dijo a Giezi su criado: Llama a esta sunamita. Y cuando la llamó, ella se presentó delante de él. |
Después le dijo a su ayudante: —Ve y mira hacia el mar. El ayudante fue, miró y le dijo: —No se ve nada. Elías le dijo: —Vuelve siete veces.
Cuando Elías supo esto, se asustó tanto que huyó a Beerseba, en el territorio de Judá. Dejó a su ayudante en Jezreel
Josafat preguntó: —¿Hay aquí algún profeta que nos diga lo que Dios quiere que hagamos? Uno de los oficiales del rey de Israel contestó: —Por aquí anda el profeta Eliseo, el ayudante de Elías.
Un día, Eliseo llegó y se quedó a dormir en la habitación que le habían construido.
En cuanto llegaron al puerto de Salamina, comenzaron a anunciar el mensaje de Dios en las sinagogas de los judíos. Juan Marcos fue con ellos como ayudante.