4-5 (5-6) Un día Joás le dijo a los sacerdotes: «Recojan ustedes el dinero de las ofrendas que la gente lleva al templo de Dios, tanto las ofrendas obligatorias como las voluntarias. Tomen todo ese dinero y úsenlo para las reparaciones del templo».
2 Reyes 22:4 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual para que le dijera a Hilquías, jefe de los sacerdotes: «Toma el dinero que la gente ha entregado a los que cuidan las entradas del templo, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Ve al sumo sacerdote Hilcías, y dile que recoja el dinero que han traído a la casa de Jehová, que han recogido del pueblo los guardianes de la puerta, Biblia Nueva Traducción Viviente «Ve a ver al sumo sacerdote Hilcías y pídele que cuente el dinero que los porteros han recaudado de la gente en el templo del Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) Le dijo: 'Anda a ver al sumo sacerdote Helquías. Que cuente exactamente el dinero que ha sido depositado en la casa de Yavé y que los guardias de la puerta han recibido del pueblo. La Biblia Textual 3a Edicion Sube al sumo sacerdote Hilcías para que calcule la plata que ha sido llevada a la Casa de YHVH, que los guardianes de la entrada° han recogido del pueblo, Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Sube a ver a Jilquías, sumo sacerdote, para que reúna el dinero ingresado en el templo de Yahveh, el que los guardianes de la puerta han recogido del pueblo, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ve al sumo sacerdote Hilcías, y dile que recoja el dinero que han traído a la casa de Jehová, que los guardianes de la puerta han recogido del pueblo, |
4-5 (5-6) Un día Joás le dijo a los sacerdotes: «Recojan ustedes el dinero de las ofrendas que la gente lleva al templo de Dios, tanto las ofrendas obligatorias como las voluntarias. Tomen todo ese dinero y úsenlo para las reparaciones del templo».
Pero el rey no salió, sino que envió a Eliaquim, encargado del palacio, y a Sebná y a Joah, sus dos secretarios.
De los vigilantes de las entradas se quedaron Acub y Talmón, junto con sus parientes. En total eran ciento setenta y dos vigilantes.
10 (11) Prefiero pasar un día en tu templo que estar mil días lejos de él; prefiero dedicarme a barrer tu templo que convivir con los malvados.