Allí mismo Jacob rompió su ropa en señal de tristeza, se vistió de luto, y durante mucho tiempo lloró por la muerte de su hijo.
2 Reyes 22:11 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual y cuando el rey escuchó lo que decía el libro, fue tanta su tristeza y angustia, que rompió su ropa. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y cuando el rey hubo oído las palabras del libro de la ley, rasgó sus vestidos. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando el rey oyó lo que estaba escrito en el libro de la ley, rasgó su ropa en señal de desesperación. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando el rey oyó las palabras del libro, rasgó su ropa. La Biblia Textual 3a Edicion Y aconteció que cuando el rey escuchó las palabras del Rollo de la Ley, rasgó sus vestidos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando el rey oyó las palabras del libro de la ley, rasgó sus vestiduras Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y sucedió que cuando el rey hubo oído las palabras del libro de la ley, rasgó sus vestiduras. |
Allí mismo Jacob rompió su ropa en señal de tristeza, se vistió de luto, y durante mucho tiempo lloró por la muerte de su hijo.
Además, el sacerdote Hilquías encontró este libro y me lo entregó. Aquí lo tienes». Entonces Safán se lo leyó al rey,
Y cuando el rey escuchó lo que decía el libro de la Ley, rompió su ropa en señal de tristeza.
Yo hice todo lo que existe, y todo me pertenece». Dios continuó diciendo: «Yo miro con bondad a los pobres y afligidos que respetan mi palabra.
Cuando terminó de leer, los jefes se miraron unos a otros y, con mucho miedo, le dijeron: —Esto tiene que saberlo el rey. Pero, dinos, ¿de dónde sacaste todo esto? ¿Acaso te lo dictó Jeremías?
Mientras el rey y los jefes escuchaban las palabras escritas en el libro, no tuvieron miedo ni se mostraron arrepentidos.
¡Arrepiéntanse y vuelvan a mí, pero háganlo de todo corazón, y no solo de palabra! Yo soy tierno y bondadoso, y no me enojo fácilmente; yo los amo mucho y estoy dispuesto a perdonarlos”.
El Dios de Israel ha dicho: «Ustedes, habitantes de Judá, han llegado al colmo de la maldad. Por eso, ¡no los perdonaré! Rechazaron mis enseñanzas y no quisieron obedecerlas. Prefirieron adorar a los dioses falsos que antes adoraron sus antepasados.
Josué y los líderes israelitas se acercaron al cofre de Dios, rompieron su ropa y se echaron ceniza sobre la cabeza para mostrar su gran tristeza. Luego se inclinaron hasta tocar el suelo con su frente, y así permanecieron hasta que anocheció.