Abram le respondió: —¡Dios y Rey mío! ¿Cómo puedo estar seguro de que me la darás?
2 Reyes 20:8 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Ezequías le preguntó: —¿Y cómo voy a saber que sanaré y que podré ir al templo dentro de tres días? ¿Qué señal me vas a dar? Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y Ezequías había dicho a Isaías: ¿Qué señal tendré de que Jehová me sanará, y que subiré a la casa de Jehová al tercer día? Biblia Nueva Traducción Viviente Mientras tanto, Ezequías le había preguntado a Isaías: —¿Qué señal dará el Señor como prueba de que me sanará y en tres días iré al templo del Señor? Biblia Católica (Latinoamericana) Ezequías dijo a Isaías: '¿Cómo estaré seguro de que Yavé me sanará y de que en tres días más subiré a la casa de Yavé? Quisiera una prueba de ello'. La Biblia Textual 3a Edicion Y Ezequías había dicho a Isaías: ¿Qué señal tendré de que YHVH me sanará, y al tercer día subiré a la Casa de YHVH? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ezequías había preguntado a Isaías: '¿Cuál será la señal de que Yahveh me va a curar y de que podré subir dentro de tres días al templo de Yahveh?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Ezequías había dicho a Isaías: ¿Qué señal tendré de que Jehová me sanará, y de que subiré a la casa de Jehová al tercer día? |
Abram le respondió: —¡Dios y Rey mío! ¿Cómo puedo estar seguro de que me la darás?
Después Isaías continuó diciéndole a Ezequías: «Voy a darte una señal que te hará saber lo que va a pasar: Este año y el próximo, lo único que el pueblo comerá será el trigo que crece por sí solo. Pero en el tercer año ya podrán sembrar y cosechar, plantar viñedos y comer las uvas.
«Vuelve y dile al rey, que yo, el Dios de su antepasado David, escuché su oración y vi sus lágrimas. Dile que voy a sanarlo, y que le daré quince años más de vida. Dentro de tres días ya podrá venir a mi templo para adorarme. Además, por amor a mí mismo, y a David, quien me fue fiel en todo, salvaré a Ezequías y a Jerusalén del poder del rey de Asiria».
Isaías fue y le dio el mensaje a Ezequías. Luego ordenó preparar una pasta de higos y que se la pusieran a Ezequías sobre la parte enferma para que sanara.
Isaías le respondió: —Dime tú qué señal prefieres: ¿quieres que la sombra en el reloj del sol se adelante diez grados o prefieres que retroceda?
«Pídeme que haga un milagro que te sirva de señal. Puede ser algo que suceda en lo más profundo de la tierra, o en lo más alto de los cielos».
Dios mismo les va a dar una señal: La joven está embarazada, y pronto tendrá un hijo, al que pondrá por nombre Emanuel, es decir, “Dios con nosotros”.
«Dos hombres fueron al templo a orar. Uno de ellos era fariseo y el otro era cobrador de impuestos.
Lo reconocerán porque está durmiendo en un pesebre, envuelto en pañales.»
Entonces Gedeón se dirigió al ángel y le dijo: —Si cuento con la aprobación de Dios, dame una señal de que realmente es él quien me ha hablado.