Y David dijo: «Voy a tratar a Hanún con la misma bondad con que me trató Nahas, su padre». Enseguida envió David mensajeros a Hanún para que lo consolaran por la muerte de su padre. Pero cuando los mensajeros llegaron a la tierra de los amonitas,
2 Reyes 20:12 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Merodac-baladán hijo de Baladán, que era rey de Babilonia, se enteró de que Ezequías había estado enfermo, así que le envió mensajeros con cartas y un regalo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 En aquel tiempo Merodac-baladán hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió mensajeros con cartas y presentes a Ezequías, porque había oído que Ezequías había caído enfermo. Biblia Nueva Traducción Viviente Poco tiempo después, Merodac-baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, le envió saludos a Ezequías junto con un regalo, porque se enteró de que Ezequías había estado muy enfermo. Biblia Católica (Latinoamericana) En aquel tiempo Merodoc-Baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, mandó a Ezequías unas cartas con un regalo; pues se había informado de como se había Ezequías sanado de su enfermedad. La Biblia Textual 3a Edicion En aquel tiempo Berodac-baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió una carta y un presente a Ezequías, porque había escuchado que Ezequías estaba enfermo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por aquel tiempo, Merodac Baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y un presente a Ezequías, porque se habían enterado de que Ezequías había estado enfermo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) En aquel tiempo Berodac-baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y un presente a Ezequías, porque había oído que Ezequías había caído enfermo. |
Y David dijo: «Voy a tratar a Hanún con la misma bondad con que me trató Nahas, su padre». Enseguida envió David mensajeros a Hanún para que lo consolaran por la muerte de su padre. Pero cuando los mensajeros llegaron a la tierra de los amonitas,
Pero Ezequías fue tan orgulloso que no le dio gracias a Dios por su ayuda. Entonces Dios se enojó tanto que decidió castigar a Ezequías, y también a todos los de Judá y de Jerusalén.
En cierta ocasión, los líderes de Babilonia enviaron gente para averiguar lo que había pasado con Ezequías y la señal que Dios le había dado. Entonces Dios dejó que Ezequías atendiera ese asunto por sí mismo, pues quería saber si lo respetaba y obedecía.
Dios le mostró a Isaías lo que haría contra Babilonia, y él se lo comunicó al pueblo:
”Ahora escúchame bien, Babilonia: tú eres una ciudad bella y poderosa, ¡eres el orgullo de tu pueblo! Pero yo soy el Dios todopoderoso, y te voy a destruir como destruí a las ciudades de Sodoma y Gomorra.
Entonces nos burlaremos del rey de Babilonia y le cantaremos este poema: «¡Qué mal que te fue, tirano! ¡Mira en qué terminó tu orgullo!