¡Te enfureciste y te llenaste de orgullo! Pero voy a ponerte un gancho en la nariz, como se les pone a los bueyes, y un freno en la boca, como se les pone a los caballos; ¡voy a hacerte regresar por el camino por donde viniste!”»
2 Reyes 19:7 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Yo haré que el rey Senaquerib reciba una mala noticia que lo obligue a regresar a su país, y allí lo matarán”. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 He aquí pondré yo en él un espíritu, y oirá rumor, y volverá a su tierra; y haré que en su tierra caiga a espada. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Escucha! Yo mismo actuaré en su contra, y el rey recibirá un mensaje de que lo necesitan en su país. Así que volverá a su tierra, donde haré que lo maten a filo de espada’”». Biblia Católica (Latinoamericana) Lo voy a impresionar por una noticia que recibirá, de manera que vuelva a su país, y en su país será asesinado'. La Biblia Textual 3a Edicion He aquí pondré un espíritu° sobre él, y oirá un rumor, y se volverá a su propia tierra, y en su propia tierra lo haré caer a espada. Biblia Serafín de Ausejo 1975 He aquí que voy a poner en él un espíritu tal que, al oír cierta noticia, se volverá a su país, y allí le haré caer a filo de espada'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) He aquí yo pondré en él un espíritu, y oirá un rumor, y se volverá a su tierra: y yo haré que en su propia tierra caiga a espada. |
¡Te enfureciste y te llenaste de orgullo! Pero voy a ponerte un gancho en la nariz, como se les pone a los bueyes, y un freno en la boca, como se les pone a los caballos; ¡voy a hacerte regresar por el camino por donde viniste!”»
Dios había hecho que el ejército de Siria escuchara ruidos como de carros de guerra, de caballos y de un gran ejército, por lo que los soldados dijeron: «¡El rey de Israel les ha pagado a los reyes hititas y al rey de Egipto para que luchen contra nosotros!»
En respuesta, Dios envió un ángel que mató a los valientes soldados y jefes del ejército del rey de Asiria. A Senaquerib no le quedó más remedio que regresar a su país lleno de vergüenza. Y cuando entró al templo de su dios, sus propios hijos lo mataron.
Siempre escuchan ruidos extraños, y cuando se encuentran en paz no faltan ladrones que los ataquen.
Sobre ellos dejará caer una lluvia de brasas de fuego y de azufre encendido. ¡Un viento caliente los acabará!
¡Ya viene nuestro Dios! Pero no viene en silencio: Delante de él viene un fuego que todo lo destruye; a su alrededor, ruge la tormenta.
Defenderá a los pobres y hará justicia a los indefensos. Castigará a los violentos, y hará morir a los malvados. Su palabra se convertirá en ley.
»Ya he mandado un mensajero para que anuncie entre las naciones: “¡Prepárense para la guerra! ¡Únanse y ataquen a Edom!”
Dios también me dijo: «Voy a enviar una tormenta destructora contra Babilonia, ese pueblo rebelde.
Dios le comunicó al profeta Abdías lo que pensaba hacer con el país de Edom. Le dijo: «Yo soy el Dios de Israel, y ya envié un mensajero por todas las naciones. Escuchen bien su mensaje: “¡Tomen sus armas, naciones todas! ¡Vamos a la guerra contra Edom!” »Y tú, Edom, escúchame bien: Yo voy a hacer de ti la más pequeña de las naciones. ¡Todo el mundo te despreciará!