»Pero si tú o cualquiera de tus descendientes no me obedecen, sino que sirven y adoran a otros dioses,
2 Reyes 18:12 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Esto sucedió porque los israelitas no obedecieron la ley que Dios les había dado por medio de Moisés, ni fueron fieles al pacto que habían hecho con él. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 por cuanto no habían atendido a la voz de Jehová su Dios, sino que habían quebrantado su pacto; y todas las cosas que Moisés siervo de Jehová había mandado, no las habían escuchado, ni puesto por obra. Biblia Nueva Traducción Viviente Pues ellos se negaron a escuchar al Señor su Dios y a obedecerlo. En cambio, violaron su pacto, es decir, todas las leyes que Moisés, siervo del Señor, les había ordenado que obedecieran. Biblia Católica (Latinoamericana) Todo eso sucedió porque no habían obedecido la palabra de Yavé, su Dios, y porque habían violado su Alianza; no habían tomado en cuenta todo lo que había ordenado Moisés, el servidor de Yavé ni lo habían puesto en práctica. La Biblia Textual 3a Edicion por cuanto no habían atendido a la voz de YHVH su Dios, sino que quebrantaron su pacto; no escucharon ni pusieron por obra todo lo que Moisés siervo de YHVH había ordenado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 porque no habían escuchado la voz de Yahveh, su Dios, y habían violado su alianza: no habían escuchado ni puesto por obra nada de lo que había ordenado Moisés, siervo de Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por cuanto no obedecieron la voz de Jehová su Dios, sino que transgredieron su pacto, y todas las cosas que Moisés siervo de Jehová había mandado, no las escucharon, ni las pusieron por obra. |
»Pero si tú o cualquiera de tus descendientes no me obedecen, sino que sirven y adoran a otros dioses,
Si los israelitas obedecen todos los mandamientos que le di a Moisés, no los expulsaré del país que les he dado».
Se olvidaron de los milagros que tú hiciste en su favor. Fueron desobedientes y nombraron a un jefe para que los llevara a Egipto, de vuelta a la esclavitud. Luego hicieron un toro de metal y dijeron que ese era su dios, el dios que los sacó de Egipto. Pero tú no los abandonaste, pues eres tierno y compasivo, y siempre estás dispuesto a perdonar. No te enojas con facilidad, y es tanto tu amor que en ti se puede confiar.
Nuestros abuelos fueron tan rebeldes que se portaron como unos tontos; sufrieron mucho por su maldad.
Aunque supo que yo rechacé a Israel, me fue infiel y me puso en vergüenza al adorar a otros dioses.
Lo que sí les mandé fue que me obedecieran. Solo así yo sería su Dios, y ellos serían mi pueblo. También les mandé obedecer mis mandamientos, para que siempre les fuera bien.
que hemos pecado. Nos hemos portado muy mal contigo; hemos vivido como si tú no existieras, y te hemos desobedecido.
El Dios de Israel ha dicho: «Ustedes, pueblo de Israel, han llegado al colmo de la maldad. Por eso, ¡no los perdonaré! A la gente humilde y honrada la venden como esclava por unas cuantas monedas y hasta por un par de zapatos;
»Por eso, cuando me llamen, yo no les responderé. Es tan grande su maldad que los abandonaré».
pero si los desobedecen y, por adorar a otros dioses, dejan de hacer todo lo que hoy les he enseñado, les irá mal.
Y Dios le dijo a Moisés: «Muy pronto morirás. Cuando eso suceda, los israelitas dejarán de obedecerme y adorarán a los dioses falsos de la gente que vive en este territorio. Me abandonarán y no cumplirán con el pacto que hemos hecho.
Entonces yo me enojaré con ellos, y los dejaré solos; en vez de cuidarlos, les enviaré muchos castigos y sufrimientos. Y tendrán que admitir que los he abandonado.
Moisés estuvo siempre al servicio de Dios. Tal como Dios lo había dicho, Moisés murió en Moab, frente a Bet-peor, y allí mismo fue enterrado, aunque nadie sabe el lugar exacto.
Si son desobedientes, Dios los destruirá, así como va a destruir a los pueblos que ustedes enfrenten».
Un servidor de Dios no debe andar en peleas. Al contrario, debe ser bueno con todos, saber enseñar, y tener mucha paciencia.
Después de la muerte de Moisés, Dios habló con Josué hijo de Nun, que había sido ayudante de Moisés. Dios le dijo a Josué: —Ahora que mi servidor Moisés ha muerto, te toca a ti guiar al pueblo de Israel. Cruza el río Jordán con todos ellos, y llévalos al territorio que les voy a dar.
Y también: «Esta es la piedra por la que muchos caerán; muchos tropezarán en esta roca.» ¡Eso es lo que se merecen! ¡Tropezarán por no aceptar el mensaje de Jesucristo!
Ha llegado ya el momento de que Dios juzgue a todos, y de que empiece por juzgar a su propio pueblo. Y si empieza por nosotros y nos hace sufrir así, ¡imagínense lo que les espera a los que no obedecen la palabra de Dios!