Sin embargo, Asá no quitó los pequeños templos de las colinas. A pesar de eso, Asá fue fiel a Dios durante toda su vida.
2 Reyes 15:4 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Sin embargo, no quitó los pequeños templos de las colinas, en los que la gente seguía ofreciendo sacrificios y quemando incienso a los dioses. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Con todo eso, los lugares altos no se quitaron, porque el pueblo sacrificaba aún y quemaba incienso en los lugares altos. Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, no destruyó los santuarios paganos, y la gente siguió ofreciendo sacrificios y quemando incienso allí. Biblia Católica (Latinoamericana) Los Altos Lugares, sin embargo, no desaparecieron, y el pueblo siguió ofreciendo sacrificios y quemando incienso en los Altos Lugares. La Biblia Textual 3a Edicion Sólo que no se abandonaron los lugares altos, pues el pueblo todavía sacrificaba° y quemaba incienso en los lugares altos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No obstante, no desaparecieron los lugares altos, de modo que el pueblo seguía ofreciendo sacrificios y quemando incienso en ellos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Con todo, los lugares altos no fueron quitados; pues el pueblo todavía sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos. |
Sin embargo, Asá no quitó los pequeños templos de las colinas. A pesar de eso, Asá fue fiel a Dios durante toda su vida.
3 (4) Pero no quitó los pequeños templos donde el pueblo seguía ofreciendo sacrificios y quemando incienso a los ídolos.
4-5 (5-6) Un día Joás le dijo a los sacerdotes: «Recojan ustedes el dinero de las ofrendas que la gente lleva al templo de Dios, tanto las ofrendas obligatorias como las voluntarias. Tomen todo ese dinero y úsenlo para las reparaciones del templo».
no quitó los pequeños templos donde el pueblo seguía quemando incienso y ofreciendo sacrificios a los dioses.
Jotam construyó el portón superior del templo de Dios, sin embargo, no quitó los pequeños templos de las colinas, en los que la gente seguía ofreciendo sacrificios y quemando incienso a los dioses.
Quitó los pequeños templos de las colinas en donde la gente adoraba a los dioses, y destruyó todas las imágenes de Astarté. También hizo pedazos a la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque los israelitas la trataban como a un dios, pues le quemaban incienso y la llamaban Nehustán.
»¿No cometió Ezequías el error de quitar los altares donde adoraban a Dios? ¿No fue él quien les ordenó que solamente lo adoraran en un altar?
A la edad de dieciséis años, el rey Josías empezó a obedecer al Dios de su antepasado David. Cuatro años después, comenzó a quitar los altares en los que el pueblo adoraba al dios Baal. También quitó las imágenes de la diosa Astarté, las imágenes y los ídolos que había por todo el territorio de Judá y en Jerusalén. Josías ordenó que destruyeran todo eso hasta hacerlo polvo, y que luego esparcieran el polvo sobre las tumbas de quienes habían ofrecido sacrificios en ellos. Después mandó quemar los huesos de los sacerdotes de esos dioses, y los quemaron sobre los altares que ellos mismos habían usado para quemar incienso. Al terminar, también destruyeron esos altares. Esto mismo hizo Josías en todo Israel y Judá, y no solo en las ciudades, sino también en los poblados cercanos.