El sacerdote Joiadá les ordenó a los capitanes del ejército: «¡No la maten en el templo, mátenla afuera, y también a cualquiera que la defienda!»
2 Reyes 11:8 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Deberán rodear al rey y protegerlo de cualquiera que se le acerque. Si alguien lo hiciera, deberán matarlo; por eso quiero que cada uno tenga sus armas en la mano. Ustedes acompañarán al rey a dondequiera que él vaya». Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y estaréis alrededor del rey por todos lados, teniendo cada uno sus armas en las manos; y cualquiera que entrare en las filas, sea muerto. Y estaréis con el rey cuando salga, y cuando entre. Biblia Nueva Traducción Viviente Formen una escolta alrededor del rey y tengan sus armas en la mano. Maten a cualquiera que intente penetrar las filas. Quédense junto al rey vaya donde vaya». Biblia Católica (Latinoamericana) Formarán un círculo alrededor del rey, cada cual con su arma en la mano, y si alguien trata de traspasar su formación, lo matarán. Estarán constantemente al lado del rey'.
Los sacerdotes hicieron todo lo que les había mandado el sacerdote Yoyada; cada cual tomó a sus hombres, a los que comenzaban su guardia el día sábado y a los que la terminaban y se juntaron alrededor del sacerdote Yoyada. La Biblia Textual 3a Edicion Y rodearéis bien al rey, cada uno con sus armas en la mano, y quien pretenda penetrar en las filas será muerto; asimismo acompañaréis al rey cuando salga y cuando entre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Formaréis un círculo alrededor del rey, cada uno con sus armas en la mano, de suerte que quien intente penetrar en las filas, será muerto. Y estaréis en todo momento junto al rey'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y estaréis alrededor del rey de todas partes, cada uno con sus armas en sus manos, y cualquiera que entrare dentro de estos órdenes, sea muerto. Y habéis de estar con el rey cuando saliere y cuando entrare. |
El sacerdote Joiadá les ordenó a los capitanes del ejército: «¡No la maten en el templo, mátenla afuera, y también a cualquiera que la defienda!»
Los dos grupos que no estén de guardia el sábado, vigilarán el templo de Dios.
»Los ayudantes de los sacerdotes serán guardaespaldas del rey Joás; cada uno deberá tener sus armas en la mano, listo para matar a cualquiera que trate de entrar en el palacio. Deben proteger al rey en todo momento y en cualquier lugar a donde él vaya».
»Quien mate a otra persona con toda intención, será condenado a muerte, aunque busque protección en mi altar.
—Dios mío, tú eres el que nos da vida a todos. Te pido que les des a los israelitas un líder
que los guíe por dondequiera que vayan. No dejes que tu pueblo ande como un rebaño de ovejas sin pastor.