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1 Samuel 30:24 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

Además, nadie va a estar de acuerdo con ustedes, pues le debe tocar lo mismo al que va a la batalla que al que se queda a cuidar el equipaje.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¿Y quién os escuchará en este caso? Porque conforme a la parte del que desciende a la batalla, así ha de ser la parte del que queda con el bagaje; les tocará parte igual.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

¿Quién les hará caso cuando hablan así? Compartiremos por partes iguales tanto con los que vayan a la batalla como con los que cuiden las pertenencias.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

¿Quién podría estar de acuerdo con ustedes? El combatiente y el que custodia el equipaje tendrán partes iguales'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

¿Y quién os escuchará en esto? Porque la misma parte ha de ser para los que van a la batalla que para los que se quedan con el bagaje. Que participen por igual.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

¿Quién os escucharía en este caso? Porque igual debe ser la parte del que va al combate y la del que se queda al cuidado del bagaje: ambos deben participar por igual'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¿Y quién os escuchará en este caso? Porque igual parte ha de ser la del que desciende a la batalla, y la del que se queda con el bagaje; que repartan por igual.

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Lòt tradiksyon



1 Samuel 30:24
7 Referans Kwoze  

12 (13) «¡Huyen los reyes, huyen sus ejércitos!» Las mujeres, en sus casas, se reparten las riquezas que le quitaron al enemigo:


Luego dividan tanto a las mujeres como al ganado en dos partes iguales. Una mitad se les dará a los soldados, y la otra mitad, a los demás israelitas.


Ese día también se unieron a David como cuatrocientos hombres. Todos ellos eran tan pobres que no tenían dinero para pagar sus deudas. Además, eran gente que sufría mucho y que ya no quería seguir viviendo así. De modo que David llegó a ser su líder.


Entonces David les dijo a sus hombres: «Preparen sus espadas». Y tomando sus espadas, David y cuatrocientos de sus hombres se fueron a atacar a Nabal, mientras doscientos de ellos se quedaban a cuidar lo que tenían.


Pero David les dijo: —No, hermanos míos, no debemos hacer eso. Después de todo, Dios nos ha dado todo esto, y nos cuidó y ayudó a vencer a esos amalecitas ladrones.


David estableció esta ley en Israel, y desde entonces hasta ahora se ha cumplido.