Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




1 Samuel 28:12 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

La mujer obedeció. Pero cuando vio aparecer a Samuel, lanzó un fuerte grito y le dijo a Saúl: —¡Usted es Saúl! ¿Por qué me engañó?

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Y viendo la mujer a Samuel, clamó en alta voz, y habló aquella mujer a Saúl, diciendo:

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando la mujer vio a Samuel, gritó: —¡Me engañó! ¡Usted es Saúl!

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

Cuando la mujer vio a Samuel lanzó un grito. Dijo a Saúl: '¿Por qué me engañaste? ¡Tú eres Saúl!'

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

Y al ver a Samuel, la mujer clamó a gran voz; y la mujer habló a Saúl diciendo:

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Cuando la mujer vio a Samuel lanzó un gran grito y dijo a Saúl: '¿Por qué me has engañado? ¡Tú eres Saúl!'.

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y viendo la mujer a Samuel, clamó en alta voz, y habló aquella mujer a Saúl, diciendo: ¿Por qué me has engañado? Pues tú eres Saúl.

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



1 Samuel 28:12
5 Referans Kwoze  

A la mañana siguiente, cuando Jacob descubrió que se había acostado con Lía, le reclamó a Labán: —¿Por qué me engañaste? ¡Yo me comprometí a trabajar para casarme con Raquel!


Sin embargo, Dios ya le había dicho a Ahías que la esposa de Jeroboam vendría a buscarlo. Dios le dijo al profeta lo que debía responder cuando ella preguntara por el futuro de su hijo. Cuando ella llegó, trató de hacerse pasar por otra mujer.


Ella preguntó: —¿Quién quieres que se te aparezca? —Llama a Samuel —le contestó Saúl.


—No tengas miedo —le aseguró el rey—. ¡Dime lo que ves! Ella le dijo: —Veo a un espíritu que sube del fondo de la tierra.


Los filisteos se reunieron en Sunem, y allí pusieron su campamento. Saúl, por su parte, reunió a todo el ejército de Israel y acampó en Guilboa. Cuando Saúl vio al ejército filisteo, le dio muchísimo miedo. Entonces consultó con Dios qué debía hacer. Pero Dios no le contestó, ni en sueños, ni por medio de suertes ni de profetas. Saúl no podía recurrir a Samuel para consultar a Dios, porque Samuel ya había muerto. La gente había llorado mucho por su muerte, y lo habían enterrado en Ramá, el pueblo donde había nacido. Además, como Saúl mismo había expulsado de Israel a todos los adivinos y espiritistas, les ordenó a sus ayudantes: —Busquen a una espiritista. Quiero que me ayude a preguntarle a Samuel lo que debo hacer. —Hay una en Endor —le dijeron sus ayudantes.