Entonces Salomón se puso delante del altar de Dios, a la vista de todo Israel, y levantando las manos al cielo
1 Reyes 8:54 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Salomón hizo esta oración ante el altar del templo, de rodillas y con las manos en alto. Cuando terminó de orar, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Cuando acabó Salomón de hacer a Jehová toda esta oración y súplica, se levantó de estar de rodillas delante del altar de Jehová con sus manos extendidas al cielo; Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Salomón terminó de elevar estas oraciones y peticiones al Señor, se puso de pie frente al altar del Señor, donde estaba arrodillado con las manos levantadas al cielo. Biblia Católica (Latinoamericana) Durante toda esta oración y esta súplica Salomón estuvo de rodillas, con las manos extendidas hacia el cielo frente al altar de Yavé. Cuando hubo terminado, La Biblia Textual 3a Edicion Y sucedió que cuando Salomón terminó de hacer toda esta oración y súplica a YHVH, se levantó de estar de rodillas, con sus manos extendidas a los cielos, delante del altar de YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando Salomón terminó de dirigir a Yahveh esta plegaria y esta súplica, se levantó de delante del altar de Yahveh, donde había estado arrodillado con las manos extendidas hacia el cielo, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y fue que cuando Salomón acabó de hacer toda esta oración y súplica a Jehová, se levantó de estar de rodillas delante del altar de Jehová con sus manos extendidas al cielo; |
Entonces Salomón se puso delante del altar de Dios, a la vista de todo Israel, y levantando las manos al cielo
En cuanto Salomón terminó de orar, cayó fuego del cielo y quemó por completo las ofrendas y los sacrificios. Luego, la presencia misma de Dios llenó el templo,
Un día, Jesús fue a cierto lugar para orar. Cuando terminó, uno de sus discípulos se acercó y le pidió: —Señor, enséñanos a orar, así como Juan el Bautista enseñó a sus seguidores.
Cuando Jesús terminó de orar, regresó a donde estaban los discípulos y los encontró durmiendo, pues estaban tan tristes que les había dado sueño.
Cuando Pablo terminó de hablar, se arrodilló con todos los líderes y oró por ellos.
Pasados los siete días decidimos seguir nuestro viaje. Todos los hombres, las mujeres y los niños nos acompañaron hasta salir del poblado. Al llegar a la playa, nos arrodillamos y oramos.