Ella le dijo: —Deja que tu hermano Adonías se case con Abisag, la del pueblo de Sunem.
Y ella dijo: Dése Abisag sunamita por mujer a tu hermano Adonías.
—Entonces permite que tu hermano Adonías se case con Abisag, la muchacha de Sunem —contestó ella.
Ella le dijo: 'Permite que Abisag la sunamita sea dada como esposa a tu hermano Adonías'.
Ella dijo: Que Abisag la sunamita sea dada por mujer a tu hermano Adonías.
Prosiguió ella: 'Que Abisag, la sunamita, sea dada por esposa a tu hermano Adonías'.
Y ella dijo: Que Abisag sunamita sea dada por esposa a tu hermano Adonías.
Buscaron entonces en todo Israel una muchacha joven y hermosa, y en el pueblo de Sunem encontraron una que se llamaba Abisag.
Esta muchacha cuidaba al rey y lo servía, pero aunque era muy bonita, nunca tuvo relaciones sexuales con él.