Pero Dios está en su santo templo; desde su palacio celestial vigila a la humanidad entera. Dios pone a prueba a los justos; él mismo los examina, pero odia con toda su alma a los malvados y a los violentos.
1 Pedro 3:12 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual »Porque el Señor cuida a los que hacen el bien, escucha sus oraciones y está en contra del malvado.» Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal. Biblia Nueva Traducción Viviente Los ojos del Señor están sobre los que hacen lo bueno, y sus oídos están abiertos a sus oraciones. Pero el Señor aparta su rostro de los que hacen lo malo». Biblia Católica (Latinoamericana) Porque el Señor tiene los ojos puestos sobre los justos y los oídos atentos a sus peticiones; mas el Señor se opone a los que hacen el mal. La Biblia Textual 3a Edicion Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos hacia su oración, Pero el rostro° del Señor está contra los que hacen cosas malas.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Porque los ojos del Señor están sobre los justos; y sus oídos, atentos a su clamor. Pero el Señor se enfrenta con los que hacen el mal. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones: Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal. |
Pero Dios está en su santo templo; desde su palacio celestial vigila a la humanidad entera. Dios pone a prueba a los justos; él mismo los examina, pero odia con toda su alma a los malvados y a los violentos.
2-3 (3-4) Tú escuchas nuestra oración. Estamos cansados de pecar, por eso acudimos a ti. Nuestros pecados nos dominan, pero tú nos perdonas.
16 (17) El enemigo nos ha derrotado; le ha prendido fuego a nuestras ciudades. ¡Repréndelos, destrúyelos!
A Dios no le agradan las ofrendas de los malvados, pero recibe con agrado las oraciones de la gente buena.
Ya me cansé de tratar con bondad a esta ciudad. La voy a destruir. Se la entregaré al rey de Babilonia, para que la destruya con fuego. Les juro que así lo haré”.
Yo pelearé contra ellos, y aunque se escapen de un fuego, otro fuego los consumirá. Cuando yo me enfrente a ellos, reconocerán que yo soy su Dios.
»Si un israelita, o algún extranjero que viva en el país, come carne con sangre, yo me pondré en su contra, y lo expulsaré del país.
»Si alguien consulta a los que dicen que hablan con los muertos, me enojaré y le quitaré la vida.
Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, pero sí escucha a los que lo adoran y lo obedecen.
Por eso, confiesen sus pecados unos a otros, y oren unos por otros, para que Dios los sane. La oración de una persona buena es muy poderosa, porque Dios la escucha.