El rey de Israel contestó: «Su Majestad, yo y todo lo que tengo es suyo».
1 Corintios 6:19 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual El cuerpo de ustedes es como un templo, y en ese templo vive el Espíritu Santo que Dios les ha dado. Ustedes no son sus propios dueños. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Biblia Nueva Traducción Viviente ¿No se dan cuenta de que su cuerpo es el templo del Espíritu Santo, quien vive en ustedes y les fue dado por Dios? Ustedes no se pertenecen a sí mismos, Biblia Católica (Latinoamericana) ¿No saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que han recibido de Dios y que está en ustedes? Ya no se pertenecen a sí mismos. La Biblia Textual 3a Edicion ¿No sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo que está en vosotros,° el cual tenéis de Dios,° y que no sois vuestros? Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en vosotros, que lo habéis recibido de Dios y que no os pertenecéis a vosotros mismos? Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? |
El rey de Israel contestó: «Su Majestad, yo y todo lo que tengo es suyo».
»Dios nuestro, todas estas riquezas que hemos dado para construirte un templo, en realidad te pertenecen a ti. Son tuyas; tú nos diste todo, y ahora solo te regresamos lo que de ti habíamos recibido. Además, delante de ti, mi pueblo y yo somos como gente sin patria, que va de un lado a otro, como antes lo hicieron nuestros antepasados. Nuestra vida es como una sombra sobre la tierra, sin esperanza alguna. »Sabemos que ninguno de nosotros merece reconocimiento por las ofrendas que hemos traído.
Reconozcan que él es Dios; él nos hizo, y somos suyos. Nosotros somos su pueblo: ¡él es nuestro pastor, y nosotros somos su rebaño!
4 (5) con esa gente que dice: «Lo que nos sobra es lengua; sabemos hablar muy bien. ¡Nadie podrá dominarnos!»
Pero, si el Espíritu de Dios vive en ustedes, ya no tienen que seguir sus malos deseos, sino obedecer al Espíritu de Dios. El que no tiene al Espíritu de Cristo, no es de Cristo.
¿Acaso no saben que ustedes son un templo de Dios, y que el Espíritu de Dios vive en ustedes?
También dicen: «La comida es para el estómago, y el estómago es para la comida.» ¡Claro que sí! Pero Dios va a destruir las dos cosas. En cambio, el cuerpo no es para que lo usemos en relaciones sexuales prohibidas. Al contrario, debemos usarlo para servir al Señor Jesús, pues nuestro cuerpo es de él.
Si vamos a juzgar a los ángeles mismos, ¡con mayor razón podemos juzgar los problemas de esta vida!
Así que, si Cristo murió por nosotros, ya no debemos vivir más para nosotros mismos, sino para Cristo, que murió y resucitó para darnos vida.
Nosotros somos el templo del Dios vivo. Si Dios está en nosotros, no tenemos nada que ver con los ídolos. Dios mismo dijo: «Viviré con este pueblo, y caminaré con ellos. »Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.»
Él quiso morir para rescatarnos de todo lo malo y para purificarnos de nuestros pecados. Al hacerlo, nos convirtió en su pueblo, en un pueblo decidido a hacer el bien.