Pablo y sus compañeros intentaron anunciar el mensaje de Dios en la provincia de Asia, pero el Espíritu Santo no se lo permitió. Entonces viajaron por la región de Frigia y Galacia,
1 Corintios 16:19 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Las iglesias de la provincia de Asia les mandan saludos. También Áquila y Prisca les mandan cariñosos saludos en el nombre del Señor Jesús, lo mismo que la iglesia que se reúne en su casa. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Las iglesias de Asia os saludan. Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa, os saludan mucho en el Señor. Biblia Nueva Traducción Viviente Las iglesias de aquí, en la provincia de Asia, les mandan saludos en el Señor, igual que Aquila y Priscila y todos los demás que se congregan en la casa de ellos para las reuniones de la iglesia. Biblia Católica (Latinoamericana) Los saludan las Iglesias de Asia. Aquila y Prisca los saludan en el Señor, junto con la Iglesia que se reúne en su casa. La Biblia Textual 3a Edicion Os saludan las iglesias de Asia. Os saludan cariñosamente° en el Señor Aquila° y Prisca,° con la iglesia que está en su casa. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Os saludan las iglesias de Asia. Muchos saludos en el Señor de parte de Áquila y de Prisca y de la iglesia que se congrega en su casa. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Las iglesias de Asia os saludan. Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa, os saludan mucho en el Señor. |
Pablo y sus compañeros intentaron anunciar el mensaje de Dios en la provincia de Asia, pero el Espíritu Santo no se lo permitió. Entonces viajaron por la región de Frigia y Galacia,
Pablo se quedó algún tiempo en la ciudad de Corinto. Después se despidió de los miembros de la iglesia y decidió irse a la región de Siria. Priscila y Áquila lo acompañaron. Cuando llegaron a Cencreas, que es el puerto de la ciudad de Corinto, Pablo se rapó todo el pelo porque le había hecho una promesa a Dios. Luego, se subieron en un barco y salieron rumbo a Siria.
Allí encontró a un judío llamado Áquila, que era de la región de Ponto. Hacía poco tiempo que Áquila y su esposa Priscila habían salido de Italia, pues Claudio, el emperador de Roma, había ordenado que todos los judíos salieran del país. Pablo fue a visitar a Áquila y a Priscila,
Un día Apolo, confiado en sus conocimientos, comenzó a hablarle a la gente que estaba en la sinagoga. Pero cuando Priscila y Áquila lo escucharon, lo llevaron a su casa y le explicaron en forma más clara y directa el mensaje de Dios.
Durante dos años, Pablo fue a ese lugar para hablar de Jesús. Fue así como muchos de los que vivían en toda la provincia de Asia escucharon el mensaje del Señor Jesús. Algunos de ellos eran judíos, y otros no lo eran.
Los que estamos aquí somos de diferentes países. Algunos somos de Partia, Media y Elam. Otros vinimos de Mesopotamia, Judea, Capadocia, Ponto, Asia,
Saluden a Filólogo y a Julia, a Nereo y a su hermana, a Olimpas y a todos los hermanos que están con ellos.
Saluden de mi parte a los miembros de la iglesia en Laodicea. También a Ninfa y a los cristianos que se reúnen en su casa para adorar a Dios.
Dale mis saludos a Priscila y a Áquila, y a toda la familia de Onesíforo.
También saludamos a toda la iglesia que se reúne en tu casa, y a la hermana Apia y al hermano Arquipo, nuestro compañero de trabajo.
Yo, Pedro, que soy enviado de Jesucristo a anunciar su mensaje, saludo a todos los cristianos que viven como extranjeros en las regiones de Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia. De acuerdo con su plan, Dios el Padre decidió elegirlos a ustedes, para que fueran su pueblo. Y por medio del Espíritu Santo y de la muerte de Jesucristo, Dios los ha limpiado de todo pecado, para que lo obedezcan. Deseo que Dios los ame mucho y les permita vivir en paz.
Esa voz me dijo: «Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias de la provincia de Asia, es decir, a las iglesias de Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia y Laodicea.»