Mas ahora que el azote ha descargado sobre ti, estás abatido; te ha tocado el Señor, y te has conturbado todo.
Proverbios 24:10 - Biblia Torres Amat 1825 Si en tiempo de la adversidad desmayares, perdiendo la esperanza, descaecerá tu fuerza. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Si fueres flojo en el día de trabajo, Tu fuerza será reducida. Biblia Nueva Traducción Viviente Si fallas bajo presión, tu fuerza es escasa. Biblia Católica (Latinoamericana) Si te desanimas cuando algo anda mal, tu fuerza no es gran cosa. La Biblia Textual 3a Edicion Si en el día de la adversidad flaqueas, ¡Ciertamente eres débil! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Si te muestras débil en el día aciago, escasa es tu fuerza. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Si flaqueas en el día de adversidad, tu fuerza será reducida. |
Mas ahora que el azote ha descargado sobre ti, estás abatido; te ha tocado el Señor, y te has conturbado todo.
Y procurad que no desmaye vuestro corazón, y no os amedrenten las nuevas que correrán por el país; un año vendrá una noticia, y después de este año otra noticia, y se verá la maldad u opresión en la tierra, y a un dominador seguirá otro dominador.
(Es de advertir que sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer).
Por lo cual teniendo nosotros este ministerio de predicar la nueva ley, en virtud de la misericordia que hemos alcanzado de Dios, no decaemos de ánimo;
Por tanto, os ruego que no caigais de ánimo en vista de tantas tribulaciones como sufro por vosotros; pues estas tribulaciones son para vuestra gloria, y prueba de mi apostolado.
Dicho esto añadirán aún, y dirán al pueblo: ¿Qué hombre hay aquí medroso y de corazón apocado? Váyase y vuélvase a su casa, porque no comunique a sus hermanos el miedo de que él está poseído.
Sin embargo, algo tengo contra ti, y es que tienes ahí secuaces de la doctrina de Balaam , el cual enseñaba al rey Balac a poner escándalo o tropiezo a los hijos de Israel, para que cayesen en pecado comiendo y cometiendo la fornicación,
Mas David dijo en su corazón: Al fin algún día vendré a caer en manos de Saúl. ¿No me vale más huir y ponerme a salvo en tierra de los filisteos, para que Saúl pierda las esperanzas y cese de andarme buscando por todo el país de Israel? Huiré, pues, de sus dominios.