Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




Proverbios 19:10 - Biblia Torres Amat 1825

No corresponden al insensato las delicias; ni al siervo el mandar a los príncipes.

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

No conviene al necio el deleite; ¡Cuánto menos al siervo ser señor de los príncipes!

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

¡No es correcto que un necio viva rodeado de lujos ni que un esclavo gobierne sobre príncipes!

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

No conviene que un tonto viva en el lujo, y menos aún que un esclavo mande a los príncipes.

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

El lujo no conviene al insensato, ¡Cuánto menos al siervo tener dominio sobre príncipes!

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

No le cuadra al necio la vida regalada: y menos aún al siervo dominar a los señores.

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

No conviene al necio el deleite: ¡Cuánto menos al siervo gobernar a los príncipes!

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



Proverbios 19:10
17 Referans Kwoze  

Yo me hallo todavía sin fuerzas, aunque ungido rey, y esos hijos de Sarvia son demasiado violentos para mí. Dé el Señor la pena al malhechor, conforme a su maldad.


Los correos expedidos fueron a toda prisa a cumplir la orden del rey; y se fijó luego en Susán el educto, a tiempo que el rey y Amán celebraban un banquete, y mientras todos los judíos que había en la ciudad se deshacían en lágrimas.


No le está bien al necio el lenguaje sentencioso, ni al príncipe unos labios mentirosos.


Así como la nieve es inoportuna y nociva en el verano, y las lluvias durante la siega, así lo es la gloria en el necio.


Sucederá que uno asirá por el brazo a su hermano, criado en la familia de su padre, diciéndole: Oye, tú estás bien vestido: Sé nuestro príncipe, ampáranos en esta ruina.


No tienes que regocijarte tanto, ¡oh Israel!, no te ocupes en danzas, como hacen los gentiles; porque tú has abandonado a tu Dios: has codiciado como recompensa de tu idolatría las eras llenas de trigo.


Hubo cierto hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino finísimo: y tenía cada día espléndidos banquetes.


Y cuando estaba en los tormentos, levantando los ojos vio a lo lejos a Abrahán y a Lázaro en su seno,


Humillaos en la presencia del Señor, y él os ensalzará.


Con esto volvió Abigaíl a Nabal, y lo halló celebrando en su casa un convite como banquete de rey; y el corazón de Nabal rebosaba de alegría, pues estaba atestado de vino; y así no le habló palabra chica ni grande hasta la mañana.