Dame inteligencia, y estudiaré atentamente tu ley, y la observaré con todo mi corazón.
Proverbios 10:8 - Biblia Torres Amat 1825 El que es sabio de corazón, recibe bien los avisos; mas para el mentecato cada palabra es un azote. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 El sabio de corazón recibirá los mandamientos; Mas el necio de labios caerá. Biblia Nueva Traducción Viviente El sabio con gusto recibe instrucción, pero el necio que habla hasta por los codos caerá de narices. Biblia Católica (Latinoamericana) El hombre de corazón sabio acepta los consejos, mientras que el pretencioso corre a su perdición. La Biblia Textual 3a Edicion El sabio de corazón acepta los mandamientos, Pero el insensato de labios se hunde. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El hombre sabio acepta mandatos, el de labios necios va a la perdición. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El sabio de corazón recibirá los mandamientos; mas el necio de labios caerá. |
Dame inteligencia, y estudiaré atentamente tu ley, y la observaré con todo mi corazón.
El sabio que escuchare estas parábolas se hará más sabio; y al que las entendiere le servirán de timón.
El que guiña el ojo acarreará dolor; y el necio padecerá por sus habladurías.
Ocultan su saber los sabios; mas la boca del necio cerca está de la confusión.
Quien ama la corrección, ama la ciencia; mas el que aborrece las reprensiones, es un insensato.
Por los pecados de la lengua se acarrea el malo su ruina; pero el justo escapará de la angustia.
Quien guarda su boca guarda su alma; pero el inconsiderado en hablar sentirá los perjuicios.
La sabiduría del varón prudente está en conocer bien su camino; la imprudencia de los insensatos anda descaminada.
No quieras reprender al mofador, para que no te aborrezca. Corrige al sabio, y te amará.
Dad al sabio ocasión de aprender, y crecerá en sabiduría; enseña al justo, y se apresurará a aprender.
Las palabras de la boca del sabio salen llenas de gracia; los labios del insensato lo precipitarán.
Mas si tenéis un celo amargo y el espíritu de discordia en vuestros corazones, no hay para qué gloriaros y levantar mentiras contra la verdad;