El Señor guarda a los pequeñuelos; yo me humillé, y él me sacó a paz y salvo.
Proverbios 1:4 - Biblia Torres Amat 1825 a fin de que los pequeñuelos adquieran sagacidad y discreción, y los mozos saber y entendimiento. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Para dar sagacidad a los simples, Y a los jóvenes inteligencia y cordura. Biblia Nueva Traducción Viviente Estos proverbios darán inteligencia al ingenuo, conocimiento y discernimiento al joven. Biblia Católica (Latinoamericana) La gente sencilla aprenderá a juzgar bien,
los jóvenes se instruirán, su espíritu se abrirá. La Biblia Textual 3a Edicion Para dar sagacidad al incauto, Y a los jóvenes ciencia y discreción, Biblia Serafín de Ausejo 1975 para procurar a los ingenuos prudencia, a los jóvenes ciencia y discreción. Biblia Reina Valera Gómez (2023) para dar sagacidad a los simples, y a los jóvenes conocimiento y discreción. |
El Señor guarda a los pequeñuelos; yo me humillé, y él me sacó a paz y salvo.
¿Cómo enmendará el tierno joven su conducta? Observando tus palabras o preceptos.
La ley del Señor es inmaculada, y ella convierte a sí las almas; el testimonio del Señor es fiel, y da sabiduría a los pequeños.
Hijo mío, nunca pierdas de vista estas cosas: observa la ley y mis consejos;
Yo la sabiduría, habito o presido en los buenos consejos, y me hallo presente en los sabios y discretos pensamientos.
Ahora, pues, ¡oh hijos!, escuchadme: bienaventurados los que siguen mis caminos.
Aprended, hombres incautos, la prudencia, y estadme atentos, vosotros necios.
Gózate, pues, ¡oh joven disoluto!, en tu mocedad; disfrute de los bienes tu alma en los floridos días de tu juventud; sigue las inclinaciones de tu corazón y lo que agrada a tus ojos; pero sábete que de todas esas cosas te pedirá Dios cuenta en el día en que te juzgue.
No habrá allí león, ni bestia alguna feroz transitará por dicho camino, ni allí se hallará; sino que caminarán por aquella senda los que hayan sido libertados de la esclavitud del pecado.
y los observaréis y pondréis en ejecución. Pues tal debe ser vuestra sabiduría y cordura delante de las gentes, que oyendo referir todos aquellos preceptos, digan: Ved aquí un pueblo sabio y entendido, una gente esclarecida.
Las cuestiones necias, y que nada contribuyen a la instrucción, evítalas, sabiendo que son un manantial de alterados.
En todas cosas muéstrate dechado de buenas obras, en la doctrina, en la pureza de costumbres, en la gravedad de su conducta,