De esta suerte llegaron a la Era de Atad, situada en la otra parte del Jordán, donde emplearon siete días en celebrar las exequias con gran y acerbo llanto.
Oseas 9:2 - Biblia Torres Amat 1825 Pero ni la era, ni el lagar les darán con qué sustentarse; y la viña dejará burladas sus esperanzas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 La era y el lagar no los mantendrán, y les fallará el mosto. Biblia Nueva Traducción Viviente Ahora tus cosechas serán insuficientes para alimentarte; no habrá uvas para hacer vino nuevo. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero ni la era ni el lagar les proporcionarán el sustento necesario, y hasta el vino les faltará. La Biblia Textual 3a Edicion La era y el lagar no los alimentarán,° Y el mosto engañará y les fallará.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ni la era ni el lagar los alimentarán; y el mosto les fallará. Biblia Reina Valera Gómez (2023) La era y el lagar no los mantendrán, y les fallará el mosto. |
De esta suerte llegaron a la Era de Atad, situada en la otra parte del Jordán, donde emplearon siete días en celebrar las exequias con gran y acerbo llanto.
y haré cesar todos sus regocijos, sus solemnidades, sus neomenías, sus sábados y todos sus días festivos;
y destruiré sus viñas y sus higueras, de las cuales dijo ella: Estos son los galardones que me dieron mis amantes; y yo la convertiré en un matorral, y la devorarán las fieras del campo.
Por esto yo me portaré de otro modo, y a su tiempo recogeré mi trigo y mi vino, y quitaré de sus manos mis lanas y mis linos, que cubren sus vergüenzas.
Por tanto, ya que vosotros despojabais al pobre, le quitabais lo mejor que tenía, edificaréis casas de piedra de sillería, mas no las habitaréis; y plantaréis viñas excelentes, pero no llegaréis a beber su vino.
Vosotros esperabais lo más, y os ha venido lo menos, y aun ese poco lo metisteis dentro de vuestras casas, y yo con un soplo lo hice desaparecer. ¿Y por qué?, dice el Señor de los ejércitos. Porque mi casa está abandonada, y cada uno de vosotros se ha dado gran prisa a reparar la suya propia.
cuando acercándoos a un montón de mieses, que parecía de veinte celemines, venía a quedar en diez; y yendo al lagar para sacar cincuenta cántaros, no sacabais más de veinte,