Y será quitado el cisma de Efraín, y serán distribuidos los enemigos de Judá. Efraín no tendrá envidia de Judá, y Judá no hará la guerra a Efraín.
Oseas 2:2 - Biblia Torres Amat 1825 Acusad a vuestra madre, acusadla; porque ya no es mi esposa, ni yo soy su esposo. Aparte de sí sus prostituciones, o idolatrías, y arroje de su seno los adulterios. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Contended con vuestra madre, contended; porque ella no es mi mujer, ni yo su marido; aparte, pues, sus fornicaciones de su rostro, y sus adulterios de entre sus pechos; Biblia Nueva Traducción Viviente »Pero ahora, presenten cargos contra su madre, Israel, porque ya no es mi esposa, ni yo soy su esposo. Díganle que se quite del rostro el maquillaje de prostituta y la ropa que muestra sus pechos. Biblia Católica (Latinoamericana) Ustedes son los hijos del Dios vivo. Se reunirán los hijos de Judá y los de Israel bajo un solo jefe, y desbordarán los límites del país; porque el día de Jezrael será un gran día. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Contended con vuestra madre, contended, Que ella no es mi mujer ni Yo soy su marido, Para que se quite de su cara sus fornicaciones, Y sus adulterios° de entre sus pechos! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se reunirán los hijos de Judá con los hijos de Israel; se darán un jefe único y se desbordarán del país, porque será grande el día de Yizreel. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Contended con vuestra madre, contended; porque ella no es mi esposa, ni yo soy su marido; quite, pues, de su rostro sus prostituciones, y sus adulterios de entre sus pechos; |
Y será quitado el cisma de Efraín, y serán distribuidos los enemigos de Judá. Efraín no tendrá envidia de Judá, y Judá no hará la guerra a Efraín.
Esto dice el Señor: ¿Qué libelo de repudio es ése, con el cual he desechado a vuestra madre? ¿O quién es ese acreedor mío, a quien os he yo vendido? Tened entendido que por vuestras maldades habéis sido vendidos, y que por vuestros crímenes he repudiado yo a vuestra madre.
Clama, pues, ¡oh Isaías!, no ceses: Has resonar tu voz como una trompeta, y declara a mi pueblo sus maldades, y a la casa de Jacob sus pecados;
Escuchad, les dirás, la palabra del Señor, ¡oh reyes de Judá y ciudadanos de Jerusalén ! Esto dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Sabed que yo descargaré sobre este lugar tales castigos, que a cualquiera que los oyere contar le retiñirán las orejas.
Anda y predica a toda Jerusalén , diciendo: Esto dice el Señor: Compadecido de tu mocedad me he acordado de ti, y del amor que te tuve, cuando me desposé contigo, y cuando después me seguiste en el desierto, en aquella tierra que no se siembra.
Comúnmente se dice: Si un marido repudia a su mujer, y ella separada de éste toma otro marido, ¿acaso volverá jamás a recibirla? ¿No quedará la tal mujer inmunda y contaminada? Tú, es cierto, que has pecado con muchos amantes. Esto no obstante vuélvete a mí, dice el Señor, que yo te recibiré.
Reconoce, tu infidelidad; pues has prevaricado contra el Señor Dios tuyo, y te prostituiste a los dioses extraños debajo de todo árbol frondoso, y no escuchaste mi voz, dice el Señor.
En aquel tiempo la familia o reino de Judá se reunirá con la familia de Israel, y vendrán juntas de la tierra del septentrión a la tierra que di a vuestros padres.
Y tomaste tus hijos e hijas, que habías engendrado para mí, y se los sacrificaste para que fuesen devorados del fuego. ¿Y te parece poca cosa tu prostitución?
en toda encrucijada de camino pusiste tú la señal de prostitución; y has hecho abominable tu hermosura, y te abandonaste a todo caminante, y multiplicaste tus fornicaciones, o idolatrías.
Júzgalos a estos tales, ¡oh hijo de hombre!, júzgalos; muéstrales las abominaciones de sus padres.
Y dije yo con respecto a aquella que está envejecida en sus adulterios: Todavía continuará ésta en sus prostituciones.
Justo es, pues, lo que ejecutan estos hombres (los caldeos); éstos las condenarán a la pena debida a las adúlteras y a la pena debida a los sanguinarios; pues ellas adúlteras son, y han ensangrentado sus manos.
El Señor comenzó a hablar a Oseas, y le dijo: Anda, cásate con una mujer ramera, y ten hijos de ramera; porque la tierra de Israel no ha de cesar de fornicar o idolatrar contra el Señor.
Llamad a vuestros hermanos, Pueblo mío ; y a vuestra hermana, La que ha alcanzado misericordia .
Puesto que la madre de ellos, la nación, es una adúltera, ha quedado deshonrada la que los tuvo. Pues ella dijo: Iré en pos de mis amantes, los ídolos, que son los que me dan mi pan y mi agua, mi lana, mi lino, mi aceite y mi bebida.
Mas tú, ¡oh Israel!, hoy, luego perecerás, y perecerán contigo tus falsos profetas; en aquella noche reduciré a un fúnebre silencio a tu madre.
E irá delante de ellas aquel buen Pastor que les abrirá el camino; forzarán la puerta, pasarán por ella, y entrarán dentro; y su rey irá delante de ellas; y estará a su frente el Señor.
Por esta razón nosotros de ahora en adelante no conocemos a nadie según la carne. Y si antes conocimos a Cristo en cuanto a la carne, ahora ya no le conocemos así.