Salió, pues, Lot, y habló a sus yernos que habían de casarse con sus hijas, y dijo: Levantaos, y salid de este lugar: porque va el Señor a asolar esta ciudad. Mas a ellos les pareció que hablaba como chanceándose y no quisieron salir.
Números 16:45 - Biblia Torres Amat 1825 Retiraos de en medio de esta turba; que ahora mismo voy a acabar con ellos. Y estando postrados en tierra los dos, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Apartaos de en medio de esta congregación, y los consumiré en un momento. Y ellos se postraron sobre sus rostros. Biblia Nueva Traducción Viviente «¡Aléjate de toda esta gente para que la destruya inmediatamente!». Pero Moisés y Aarón cayeron rostro en tierra. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Apartaos de en medio de esta asamblea y los consumiré en un instante! Pero ellos cayeron sobre sus rostros, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Apartaos de en medio de esta congregación, y los consumiré en un momento. Y ellos se postraron sobre sus rostros. |
Salió, pues, Lot, y habló a sus yernos que habían de casarse con sus hijas, y dijo: Levantaos, y salid de este lugar: porque va el Señor a asolar esta ciudad. Mas a ellos les pareció que hablaba como chanceándose y no quisieron salir.
Y alzando David los ojos vio al ángel del Señor, que estaba en el aire, con una espada desenvainada en su mano, vuelta contra Jerusalén ; y a su vista, tanto él como los ancianos, vestidos de cilicios, se postraron rostro por tierra.
Manda a todo el pueblo que se retire de las tiendas de Coré, y de Datán y de Abirón.
dijo a la gente: Retiraos de las tiendas de esos hombres impíos, y no toquéis cosa suya, porque no seáis envueltos en sus pecados.
Con esto Moisés y Aarón, separándose de la gente, y entrando en el Tabernáculo de la alianza, se postraron contra el suelo y clamaron al Señor, y dijeron: ¡Oh Señor, nuestro Dios! escucha los clamores de este pueblo, y ábreles tu tesoro, una fuente de agua viva, a fin de que, apagada su sed, cesen de murmurar. En esto apareció la gloria del Señor sobre ellos.
Y adelantándose algunos pasos, se postró en tierra, caído sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, no me hagas beber este cáliz; pero, no obstante, no se haga lo que yo quiero, sino lo que tú.