Clava tus ojos en todos los soberbios u orgullosos, y confúndelos; y aniquila a los impíos doquiera que estén.
Miqueas 1:3 - Biblia Torres Amat 1825 Porque he aquí que el Señor va a salir de su morada y descendiendo de su trono hollará las grandezas de la tierra. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Porque he aquí, Jehová sale de su lugar, y descenderá y hollará las alturas de la tierra. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Miren! ¡Viene el Señor! Sale de su trono en el cielo y pisotea las cumbres de la tierra. Biblia Católica (Latinoamericana) Miren cómo sale de su santa morada, bajando y caminando por las cumbres de la tierra. La Biblia Textual 3a Edicion Mirad: YHVH sale de su lugar, Desciende y holla las alturas de la tierra. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mirad que Yahveh sale de su morada, desciende y camina por las cumbres de la tierra. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque he aquí, Jehová sale de su lugar, y descenderá y hollará sobre las alturas de la tierra. |
Clava tus ojos en todos los soberbios u orgullosos, y confúndelos; y aniquila a los impíos doquiera que estén.
Y extenderá sus brazos debajo del carro como las extiende un nadador para escapar a nado; pero el Señor abatirá su altivez, rompiéndole los brazos.
Aquel día el Señor con su espada cortante, y grande, y fuerte, tomará cuentas a Leviatán, serpiente gruesa; a Leviatán, serpiente tortuosa; y matará la ballena, que está en el mar de este mundo.
Y me arrebató el espíritu, y oí detrás de mí una voz muy estrepitosa, que decía: Bendita sea la gloria del Señor que se va de su lugar.
Pues he aquí que viene aquel que forma los montes y crea los vientos, el cual anuncia a los hombres su palabra o Verbo eterno, aquel que produce la niebla de la mañana, y el que pisa con sus pies las alturas de la tierra, aquel que tiene por nombre Señor Dios de los ejércitos.
Y el Señor es el Dios de los ejércitos, aquel que con tocar la tierra la hace estremecer; prorrumpirán en llanto todos los moradores de ella; la sumergirá a modo de un caudaloso río, y ella desaparecerá como el río de Egipto al llegar al mar.
El Señor Dios es mi fortaleza; y él me dará pies ligeros como de ciervo; y el vencedor me conducirá a las alturas de mi morada, cantando yo himnos en su alabanza.
Pondrá él en aquel día sus pies sobre el monte de las Olivas, que está enfrente de Jerusalén , al oriente; y se dividirá el monte de las Olivas por medio hacia levante y hacia poniente con una enorme abertura; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el mediodía.
Le hizo dueño de una tierra superior y excelente, para que comiera de los frutos de los campos, para que chupara la miel que se hace en las cavidades de las peñas, y gustara el rico aceite de los olivos que se crían entre las más duras rocas.
Bienaventurado eres, ¡oh Israel! ¿Quién hay semejante a ti, ¡oh pueblo afortunado!, que hallas tu salud en el Señor? El es el escudo que te cubre y defiende, y la espada que te llena de gloria. Tus enemigos rehusarán reconocerte; pero tú los sojuzgarás y pondrás el pie sobre su cuello.