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Mateo 9:23 - Biblia Torres Amat 1825

Venido Jesús a la casa de aquel hombre principal, y viendo a los tañedores de flautas, o música fúnebre, y el alboroto de la gente, decía:

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Al entrar Jesús en la casa del principal, viendo a los que tocaban flautas, y la gente que hacía alboroto,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando Jesús llegó a la casa del oficial, vio a una ruidosa multitud y escuchó la música del funeral.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Al llegar Jesús a la casa del jefe, vio a los flautistas y el alboroto de la gente.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Cuando llegó a la casa del principal,° viendo a los flautistas y a la muchedumbre que alborotaba,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Cuando Jesús llegó a la casa del dignatario y vio a los flautistas y el tumulto que hacía la gente

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y cuando Jesús llegó a casa del principal, y vio los tañedores de flautas, y la gente que hacía bullicio,

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Lòt tradiksyon



Mateo 9:23
12 Referans Kwoze  

sobre todo Jeremías, cuyas lamentaciones sobre Josías repiten todos los cantores y cantoras hasta hoy día, tanto que ha venido a ser este uso como una ley en Israel. Se hallan escritas estas cosas entre las Lamentaciones.


Y morirán los grandes y los pequeños en este país, y no serán enterrados ni habrá quien en señal de luto se haga cortaduras en su cuerpo, ni se corte a raíz el cabello.


Gemirás en secreto, no harás el duelo que se acostumbra por los muertos; no te quitarás la tiara, o turbante, ni el calzado de tus pies; no te cubrirás el rostro con velo, ni usarás de los manjares propios del tiempo de luto.


les dicen: Os hemos entonado cantares alegres, y no habéis bailado; cantares lúgubres, y no habéis llorado.


Se parecen a los muchachos sentados en la plaza y que por vía de juego hablan con los de enfrente, y les dicen: Os cantamos al son de la flauta, y no habéis danzado; entonamos lamentaciones, y no habéis llorado.


Pero habiendo bajado Pablo, se echó sobre él, y abrazándole, dijo: No os asustéis, pues está vivo.


Se puso luego Pedro en camino con ellos. Llegado que fue, le condujeron al aposento alto, y se halló rodeado de todas las viudas, que llorando le mostraban las túnicas y los vestidos que Dorcas les hacía.


Ni se oirá en ti jamás voz de citaristas, ni de músicos, ni de tañedores de flauta, ni de clarineros; ni se hallará en ti artífice de arte alguna; ni tampoco se sentirá en ti ruido de molino;