Entonces Jesús respondiendo le dijo: ¡Oh mujer!, grande es tu fe; hágase conforme tú lo deseas. Y en la hora misma su hija quedó curada.
Mateo 9:22 - Biblia Torres Amat 1825 Mas volviéndose Jesús y mirándola, dijo: Hija, ten confianza. Tu fe te ha curado. En efecto desde aquel momento quedó curada la mujer. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús se dio vuelta, y cuando la vio le dijo: «¡Ánimo, hija! Tu fe te ha sanado». Y la mujer quedó sana en ese instante. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús se dio vuelta y, al verla, le dijo: 'Animo, hija; tu fe te ha salvado. Y desde aquel momento, la mujer quedó sana. La Biblia Textual 3a Edicion Jesús entonces volviéndose, la miró y le dijo: ¡Ten ánimo, hija, tu fe te ha salvado! Y la mujer fue salva desde aquella hora. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jesús se volvió y, mirándola, le dijo: '¡Ánimo, hija! Tu fe te ha salvado'. Y quedó curada la mujer desde aquel momento. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas Jesús, volviéndose, y mirándola, dijo: Hija, ten ánimo, tu fe te ha salvado. Y la mujer fue sana desde aquella hora. |
Entonces Jesús respondiendo le dijo: ¡Oh mujer!, grande es tu fe; hágase conforme tú lo deseas. Y en la hora misma su hija quedó curada.
Entonces los discípulos hablaron aparte a Jesús , y le dijeron: ¿Por qué no hemos podido nosotros echarle?
Después dijo Jesús al centurión: Vete, y te suceda conforme has creído; y en aquella hora misma quedó sano el criado.
Cuando he aquí que le presentaron un paralítico postrado en un lecho. Y al ver Jesús su fe, dijo al tullido: Ten confianza, hijo mío, que perdonados te son tus pecados.
Entonces les tocó los ojos, diciendo: Según vuestra fe, así os sea hecho.
Y Jesús : Anda, que tu fe te ha curado. Y de repente vio, y él iba siguiendo por el camino.
El entonces le dijo: Hija, tu fe te ha curado; vete en paz, y queda libre de tu mal.
Reflexionó el padre que aquella era la hora misma en que Jesús le dijo: Tu hijo está bueno; y así creyó él, y toda su familia.
Este oyó predicar a Pablo; el cual fijando en él los ojos, y viendo que tenía fe de que sería curado,
Lo que continuó haciendo muchos días. Al fin Pablo, no pudiendo ya sufrirlo, vuelto a ella, dijo al espíritu: Yo te mando en nombre de Jesucristo que salgas de esta muchacha. Y al punto salió.
Al contrario, nosotros que hemos creído, entraremos en el descanso, según lo que dijo: Tal es el juramento que hice en mi indignación: Jamás entrarán en mi descanso; y es el descanso en que habita Dios, acabadas ya sus obras desde la creación del mundo.