Y tú, Cafarnaúm, ¿piensas, acaso, levantarte hasta el cielo? Serás, sí, abatida hasta el infierno; porque si en Sodoma se hubiesen hecho los milagros que en ti, Sodoma quizá subsistiera aún hoy día.
Mateo 8:5 - Biblia Torres Amat 1825 Y al entrar en Cafarnaúm le salió al encuentro un centurión, y le rogaba, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole, Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Jesús regresó a Capernaúm, un oficial romano se le acercó y le rogó: Biblia Católica (Latinoamericana) Al entrar Jesús en Cafarnaún, se le acercó un capitán de la guardia, suplicándole: La Biblia Textual 3a Edicion Cuando Él entró en Cafarnaum, se le acercó un centurión, rogándole y diciendo: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando entró en Cafarnaún se le acercó un centurión y le suplicó: ' Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y entrando Jesús en Capernaúm, vino a Él un centurión, rogándole, |
Y tú, Cafarnaúm, ¿piensas, acaso, levantarte hasta el cielo? Serás, sí, abatida hasta el infierno; porque si en Sodoma se hubiesen hecho los milagros que en ti, Sodoma quizá subsistiera aún hoy día.
Entretanto el centurión y los que con él estaban guardando a Jesús , visto el terremoto y las cosas que sucedían, se llenaron de gran temor, y decían: Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios.
Y dejando la ciudad de Nazaret, fue a morar en Cafarnaúm, ciudad marítima en los confines de Zabulón y Neftalí;
Y subiendo en la barca, repasó el lago y vino a la ciudad de su residencia o a Cafarnaúm.
Y el centurión que estaba allí presente, viendo que había expirado con gran clamor, dijo: Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios.
Ya que le hubieron atado con las correas, dijo Pablo al centurión que estaba presente: ¿Os es lícito a vosotros azotar a un ciudadano romano, y eso sin formarle causa?
Pablo llamado a uno de los centuriones, dijo: Lleva este mozo al tribuno, porque tiene que participarle cierta cosa.
Y llamando a dos centuriones, les dijo: Tened prevenidos para las nueve de la noche doscientos soldados de infantería, para que vayan a Cesarea, y setenta de caballería, y doscientos alabarderos, o lanceros:
Así, pues, soplando el austro, figurándose salir ya con su intento, levantando anclas en Asón, iban costeando por la isla de Creta.
dijo Pablo al centurión y a los soldados: Si estos hombres no permanecen en el navío, vosotros no podéis salvaros.
Pero el centurión, deseoso de salvar a Pablo, estorbó que lo hiciesen; y mandó que los que supiesen nadar; saltasen primeros al agua, y saliesen a tierra.
Como Lidda está cerca de Jope, oyendo los discípulos que Pedro estaba allí, le enviaron dos mensajeros, suplicándole que sin detención pasase a verlos.