Mas el rey le replicó: ¿Qué tengo yo con vosotros, oh hijos de Sarvia? Dejadlo maldecir; pues el Señor ha dispuesto que maldiga a David. ¿Y quién osará preguntarle por qué lo ha dispuesto así?
Mateo 8:29 - Biblia Torres Amat 1825 Y luego empezaron a gritar, diciendo: ¿Qué tenemos nosotros que ver contigo, oh Jesús , Hijo de Dios? ¿Has venido acá a atormentarnos antes de tiempo? Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y clamaron diciendo: ¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo? Biblia Nueva Traducción Viviente Comenzaron a gritarle: «¿Por qué te entrometes con nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para torturarnos antes del tiempo establecido por Dios?». Biblia Católica (Latinoamericana) Y se pusieron a gritar: '¡No te metas con nosotros, Hijo de Dios! ¿Has venido aquí para atormentarnos antes de tiempo?' La Biblia Textual 3a Edicion Y de súbito gritaron, diciendo: ¿Qué tienes con nosotros, Hijo de Dios? ¿Viniste acá antes de tiempo para atormentarnos? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y se pusieron a gritar: '¿Qué tienes tú que ver con nosotros, Hijo de Dios? ¿Viniste antes de tiempo para atormentarnos?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y he aquí, clamaron diciendo: ¿Qué tenemos que ver contigo, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo? |
Mas el rey le replicó: ¿Qué tengo yo con vosotros, oh hijos de Sarvia? Dejadlo maldecir; pues el Señor ha dispuesto que maldiga a David. ¿Y quién osará preguntarle por qué lo ha dispuesto así?
Mas David dijo: ¿Qué tengo yo que hacer con vosotros, oh hijos de Sarvia? ¿Por qué hacéis hoy conmigo el oficio de diablos o tentadores? ¿Es hoy día de hacer morir a un hijo de Israel? ¿Puedo acaso olvidar que en este día he sido hecho nuevamente rey de Israel?
Por lo cual dijo a Elías: ¿Qué te he hecho yo, oh varón de Dios? ¿Has entrado en mi casa para renovar la memoria de mis pecados, y en castigo de ellos hacer morir a mi hijo.
Mas Eliseo dijo al rey de Israel: ¿Qué tienes tú que ver conmigo? Anda, ve a los profetas de tu padre y de tu madre. Le dijo el rey de Israel: ¿Por qué habrá juntado el Señor estos tres reyes para entregarlos en manos de Moab?
Pero Necao envió a decirle por sus embajadores: ¿Qué motivo hay de disensión entre nosotros dos, oh rey de Judá? Yo no vengo ahora a pelear contra ti, sino contra otra casa, contra la cual Dios me ha mandado salir a toda prisa; deja, pues, de oponerte a Dios, el cual está conmigo; no sea que el Señor te quite la vida.
Pero ¿qué es lo que yo he de hacer con vosotros, oh tirios, y sidonios, y filisteos de todos los confines? ¿Por ventura queréis vengaros de mí? Y si os vengáis de mí, luego muy en breve yo haré recaer la paga o castigo sobre vuestras cabezas.
Entonces, acercándose el tentador, le dijo: Si eres el Hijo de Dios, di que esas piedras se conviertan en panes.
diciendo: ¿Qué tenemos nosotros que ver contigo, oh Jesús Nazareno? ¿Has venido a perdernos? Ya sé quién eres: eres el Santo de Dios.
y hasta los poseídos de espíritus inmundos, al verle se arrodillaban delante de él, y gritaban, diciendo:
Y clamando en alta voz dijo: ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús , Hijo del Altísimo Dios? En nombre del mismo Dios te conjuro que no me atormentes.
diciendo: Déjanos en paz, ¿qué tenemos nosotros que ver contigo, oh Jesús Nazareno? ¿Has venido a exterminarnos? Ya sé quién eres, eres el Santo de Dios.
De muchos salían los demonios gritando y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios; y con amenazas les prohibía decir que sabían que él era el Cristo .
Este, pues, así que vio a Jesús , se arrojó a sus pies, y le dijo a grandes gritos: ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús , Hijo del Dios altísimo? Te ruego que no me atormentes.
Le respondió Jesús : Mujer, ¿qué nos va a mí y a ti? Aún no es llegada mi hora.
Esta, siguiendo detrás de Pablo y de nosotros, gritaba diciendo: Estos hombres son siervos del Dios altísimo, que os anuncian el camino de la salvación.
si tampoco perdonó al antiguo mundo, aunque preservó al predicador de la justicia divina, Noé , con siete personas, al anegar con el diluvio el mundo de los impíos;
Así como también Sodoma y Gomorra, y las ciudades cercanas, siendo reas de los mismos excesos de impureza y entregadas al pecado, vinieron a servir de escarmiento, sufriendo la pena del fuego eterno.
Envió luego Jefté embajadores al rey de los hijos de Amón, que le dijesen en su nombre: ¿Qué tenéis tú conmigo, que has venido contra mí para talar mi país?