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Mateo 8:16 - Biblia Torres Amat 1825

Venida la tarde, le trajeron muchos endemoniados, y con su palabra echaba los espíritus malignos, y curó a todos los dolientes;

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Aquella noche, le llevaron a Jesús muchos endemoniados. Él expulsó a los espíritus malignos con una simple orden y sanó a todos los enfermos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Al atardecer le llevaron muchos endemoniados. Él expulsó a los espíritus malos con una sola palabra, y sanó también a todos los enfermos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Al atardecer le trajeron muchos endemoniados, y con su° palabra echó los demonios y sanó a todos los enfermos,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Llegada la tarde, le presentaron muchos endemoniados. Expulsó con su palabra a los espíritus y curó a todos los que estaban enfermos,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y caída la tarde, trajeron a Él muchos endemoniados; y con su palabra echó fuera a los espíritus, y sanó a todos los que estaban enfermos:

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Lòt tradiksyon



Mateo 8:16
17 Referans Kwoze  

y dijo: Si escuchares la voz del Señor Dios tuyo, e hicieres lo que es recto, delante de él, y obedecieres sus mandamientos, y observares todos sus preceptos, no descargaré sobre ti plaga ninguna, de las que he descargado sobre Egipto; porque Yo soy el Señor que te doy la salud.


Le fue a la sazón traído un endemoniado, ciego y mudo, y lo curó, de modo que desde luego comenzó a hablar y ver.


Y Jesús , al salir del barco, viendo tan gran gentío, se movió a lástima, y curó a sus enfermos.


y tocándole la mano, se le quitó la fiebre; con eso se levantó de la cama, y se puso a servirles.


Los porqueros echaron a huir, y llegados a la ciudad, lo contaron todo, y en particular lo de los endemoniados.


Cuando he aquí que le presentaron un paralítico postrado en un lecho. Y al ver Jesús su fe, dijo al tullido: Ten confianza, hijo mío, que perdonados te son tus pecados.


Entonces llegaron unos conduciendo a cierto paralítico que llevaban entre cuatro;


Y es que Jesús le decía: Sal, espíritu inmundo, sal de ese hombre.


Viendo Jesús la gente que iba acudiendo, amenazó al espíritu inmundo, diciendo: Espíritu sordo y mudo, yo te lo mando, sal de este muchacho, y no vuelvas más a entrar en él.


Cuando la vio Jesús , la llamó a sí, y le dijo: Mujer, libre quedas de tu achaque.


Puesto el sol, todos los que tenían enfermos de varias dolencias, se los traían. Y él los curaba con poner sobre cada uno las manos.


De muchos salían los demonios gritando y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios; y con amenazas les prohibía decir que sabían que él era el Cristo .


de suerte que sacaban a las calles a los enfermos, poniéndolos en camillas y lechos o carretones, para que pasando Pedro, su sombra tocase por lo menos en alguno de ellos, y quedasen libres de sus dolencias.