Porque el día del Señor de los ejércitos va a aparecer terrible para todos los soberbios y altaneros, y para todos los arrogantes; y serán humillados;
Mateo 7:22 - Biblia Torres Amat 1825 Muchos me dirán en aquel día del juicio: ¡Señor, Señor!, ¿pues no hemos nosotros profetizado en tu nombre, y lanzado en tu nombre los demonios, y hecho muchos milagros en tu nombre? Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Biblia Nueva Traducción Viviente El día del juicio, muchos me dirán: “¡Señor, Señor! Profetizamos en tu nombre, expulsamos demonios en tu nombre e hicimos muchos milagros en tu nombre”. Biblia Católica (Latinoamericana) Aquel día muchos me dirán: ¡Señor, Señor!, hemos hablado en tu nombre, y en tu nombre hemos expulsado demonios y realizado muchos milagros. La Biblia Textual 3a Edicion Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Muchos me dirán en aquel día: '¡Señor, Señor!'¿No profetizamos en tu nombre, y en tu nombre arrojamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos prodigios? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? |
Porque el día del Señor de los ejércitos va a aparecer terrible para todos los soberbios y altaneros, y para todos los arrogantes; y serán humillados;
palabra de aquel que ha oído la voz de Dios; del que ha contemplado la visión del todopoderoso; del que ha caído, y con eso ha abierto los ojos:
y a sus reyes Evi, y Recem, y Sur, y Hur y Rebe, cinco príncipes de la nación; pasando también a cuchillo a Balaam , hijo de Beor.
En verdad os digo que Sodoma y Gomorra serán tratadas con menos rigor en el día del juicio, que esa ciudad.
Mas en orden al día y a la hora, nadie lo sabe, ni aun los ángeles del cielo, sino sólo mi Padre.
Al cabo vinieron también las otras vírgenes diciendo: ¡Señor, señor!, ábrenos.
No todo aquel que me dice: ¡Oh, Señor, Señor! entrará por eso en el reino de los cielos; sino el que hace la voluntad de mi Padre celestial, ése es el que entrará en el reino de los cie-los.
Yo os aseguro que Sodoma será tratada el día aquel, con menos rigor que tal ciudad.
Mas esto no lo dijo por iniciativa propia; sino que, como era el sumo sacerdote aquel año, sirvió de instrumento a Dios, y profetizó que Jesús había de morir por la nación,
puesto que todos vosotros sois hijos de la luz e hijos del día; no lo somos de la noche ni de las tinieblas.
Por este motivo oramos también sin cesar por vosotros, para que nuestro Dios os haga dignos del estado a que os ha llamado, y cumpla todos los designios que su bondad tiene sobre vosotros, y haga con su poder fecunda vuestra fe en buenas obras,
Ten por modelo la sana doctrina, que has oído de mí con la fe y caridad en Cristo Jesús .
Tú, pues, hijo mío, cobra buen ánimo con la gracia que tenemos en Jesucristo,
Porque Demas me ha desamparado por el amor de este siglo, y se ha ido a Tesalónica;