Fuerza en la noche las casas, según lo acordado por ambos entre día, y huyen de la luz.
Mateo 6:19 - Biblia Torres Amat 1825 No queráis amontonar tesoros para vosotros en la tierra, donde el orín y la polilla los consumen, y donde los ladrones los desentierran y roban. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; Biblia Nueva Traducción Viviente »No almacenes tesoros aquí en la tierra, donde las polillas se los comen y el óxido los destruye, y donde los ladrones entran y roban. Biblia Católica (Latinoamericana) No junten tesoros y reservas aquí en la tierra, donde la polilla y el óxido hacen estragos, y donde los ladrones rompen el muro y roban. La Biblia Textual 3a Edicion No acumuléis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen°, y donde los ladrones irrumpen y hurtan, Biblia Serafín de Ausejo 1975 No amaséis tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre los destruyen y donde los ladrones perforan las paredes y roban. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan. |
Fuerza en la noche las casas, según lo acordado por ambos entre día, y huyen de la luz.
Si yo creí que consistiese en el oro mi poder, y si dije al oro más acendrado: En ti pongo mi confianza;
En verdad que como una sombra pasa el hombre; y por eso se afana y agita en vano. Atesora, y no sabe para quién allega todo aquello.
No queráis confiar en la justicia, ni codiciar robos; aun si las riquezas os vienen en abundancia, no pongáis en ella vuestro corazón.
Si un ladrón fuese hallado forzando de noche o socavando una casa, y siendo herido muriere, el matador no será reo de muerte.
Nada servirán las riquezas en el día de la venganza, mas la justicia librará de la muerte.
Procura adquirir la sabiduría, pues vale más que el oro; y poseer la prudencia, que es mejor que toda la plata.
Dios, al hombre que le es grato, le da sabiduría, y ciencia, y contentamiento; mas al pecador le envía aflicción e inútiles cuidados de acumular y almacenar bienes para dejarlos a quien Dios quiera; lo que no menos es vanidad e inútil tormento de ánimo.
Y ni la plata ni el oro podrán librarlos en aquel día de la ira del Señor, cuyo ardiente celo devorará toda la tierra; pues él a toda prisa exterminará a cuantos la habitan.
Le respondió Jesús : Si quieres ser perfecto, anda y vende cuanto tienes, y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; ven después, y sígueme.
Atesorad más bien para vosotros tesoros en el cielo, donde no hay ni orín ni polillas que los consuman, ni tampoco ladrones que los desentierren y roben.
Esto es lo que sucede al que atesora para sí, y no es rico a los ojos de Dios.
Vended, si es necesario, lo que poseéis, y dad limosna. Haceos unas bolsas que no se echen a perder; un tesoro en el cielo que jamás se agota, adonde no llegan los ladrones, ni roe la polilla.
Tened esto por cierto, que si el padre de familia supiera a qué hora había de venir el ladrón, estará ciertamente velando, y ni dejaría que le robasen su casa.
Lo cual oyendo Jesús , le dijo: Todavía te falta una cosa: Vende todos tus haberes, dalos a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; y después ven, y sígueme.
Y Jesús viéndole sobrecogido de tristeza, dijo: ¡Oh cuán dificultosamente los adinerados entrarán en el reino de Dios!
exhórtalos a obrar bien, a enriquecerse de buenas obras, a repartir liberalmente, a comunicar sus bienes,
de manera que podamos animosamente decir: El Señor es quien me ayuda; no temeré cosa que hagan contra mí los hombres.