Mateo 3:17 - Biblia Torres Amat 1825 Y se oyó una voz del cielo que decía: Este es mi hijo amado, en quien he puesto toda mi complacencia. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia. Biblia Nueva Traducción Viviente Y una voz dijo desde el cielo: «Este es mi Hijo muy amado, quien me da gran gozo». Biblia Católica (Latinoamericana) Al mismo tiempo se oyó una voz del cielo que decía: 'Este es mi Hijo, el Amado; éste es mi Elegido. La Biblia Textual 3a Edicion Y he aquí una voz de los cielos que decía: Este es mi Hijo, el amado, en quien me complací.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 mientras de los cielos salió una voz que decía: 'Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y he aquí una voz del cielo que decía: Éste es mi Hijo amado, en quien tengo contentamiento. |
Mansísimo y modesto no voceará, ni será aceptador de personas; no se oirá en la calle su voz.
Mas ese mismo pueblo mío es saqueado y devastado; presos han sido todos sus jóvenes, encerrados en las cárceles; arrebatados han sido, sin que haya quien los libre; robados, y no hay quien diga: Restitúyelos.
el cual sacrificará el uno por el pecado, y el otro en holocausto; y rogará por él ante el Señor, para que sea purificado de su gonorrea.
Ved ahí el siervo mío, a quien yo tengo elegido, el amado mío, en quien mi alma se ha complacido plenamente. Pondré sobre él mi espíritu y anunciará la justicia a las naciones.
Todavía estaba Pedro hablando, cuando una nube resplandeciente vino a cubrirlos; y al mismo instante resonó desde la nube una voz que decía: Este es mi querido Hijo, en quien tengo todas mis complacencias. A él habéis de escuchar.
Y se oyó esta voz del cielo: Tú eres mi Hijo muy amado; en ti me he complacido.
En esto se formó una nube que los cubrió, y salió de esta nube una voz que decía: Este es mi Hijo amado, escuchadle a él.
y bajar sobre él el Espíritu Santo en forma corporal como de una paloma; y se oyó del cielo esta voz: Tú eres mi hijo amado, en ti tengo puestas todas mis delicias.
Y salió de la nube una voz que decía: Este es el hijo mío querido, escuchadle.
Y es que como el Padre ama al Hijo, le comunica todas las cosas que hace; y aun le manifestará, y hará en él y por él obras mayores que éstas, de suerte que quedéis asombrados.
Y el Padre que me ha enviado, él mismo ha dado testimonio de mí; vosotros no habéis oído jamás su voz, ni visto su semblante.
a fin de que se celebre la gloria de su gracia, mediante la cual nos hizo gratos a sus ojos en su querido Hijo,
que nos ha arrebatado del poder de las tinieblas y trasladado al reino de su Hijo muy amado,
nosotros oímos también esta voz venida del cielo, y vimos su gloria estando con él en el monte santo del Tabor.
El que cree, pues, en el Hijo de Dios, tiene el testimonio de Dios consigo o a su favor. El que no cree al Hijo, le trata de mentiroso, porque no ha creído al testimonio que Dios ha dado de su Hijo.
Al mismo tiempo oí una voz del cielo, semejante al ruido de muchas aguas y al estampido de un trueno grande; y la voz, que oí, era como de citaristas que tañían sus cítaras.