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Mateo 27:54 - Biblia Torres Amat 1825

Entretanto el centurión y los que con él estaban guardando a Jesús , visto el terremoto y las cosas que sucedían, se llenaron de gran temor, y decían: Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

El centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente este era Hijo de Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

El oficial romano y los otros soldados que estaban en la crucifixión quedaron aterrorizados por el terremoto y por todo lo que había sucedido. Dijeron: «¡Este hombre era verdaderamente el Hijo de Dios!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

El capitán y los soldados que custodiaban a Jesús, al ver el temblor y todo lo que estaba pasando, se llenaron de terror y decían: 'Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y el centurión y los que estaban con él custodiando a Jesús, viendo el terremoto y lo que estaba sucediendo, se atemorizaron en gran manera, diciendo: ¡Verdaderamente éste era Hijo de Dios!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Cuando el centurión y los que con él estaban custodiando a Jesús sintieron el terremoto y lo que pasaba quedaron sobrecogidos de espanto y decían: 'Realmente, éste era Hijo de Dios'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y el centurión y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente Éste era el Hijo de Dios.

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Lòt tradiksyon



Mateo 27:54
22 Referans Kwoze  

Pero Jesús permanecía en silencio. Y le dijo el sumo sacerdote: Yo te conjuro de parte de Dios vivo que nos digas si tú eres el Cristo o Mesías, el Hijo de Dios.


Y sentándose junto a él, le guardaban.


¡Hola!, tú que derribas el templo de Dios y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo; si eres el Hijo de Dios, desciende de la cruz.


él pone su confianza en Dios; pues si Dios le ama tanto, líbrele ahora, ya que él mismo decía: Yo soy el Hijo de Dios.


Y al momento el velo del templo se rasgó en dos partes, de arriba abajo, y la tierra tembló, y se partieron las piedras;


Entonces, acercándose el tentador, le dijo: Si eres el Hijo de Dios, di que esas piedras se conviertan en panes.


Y al entrar en Cafarnaúm le salió al encuentro un centurión, y le rogaba,


Y el centurión que estaba allí presente, viendo que había expirado con gran clamor, dijo: Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios.


Dijeron entonces todos: ¿Luego tú eres el Hijo de Dios? Les respondió él: Así es, que yo soy, como vosotros decís.


Le respondieron los judíos: Nosotros tenemos una ley, y según esta ley debe morir, porque se ha hecho Hijo de Dios.


Había en Cesarea un varón llamado Cornelio, el cual era centurión en una cohorte de la legión llamada Itálica,


Oído este discurso, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: Pues, hermanos, ¿qué es lo que debemos hacer?


Al punto marchó con los soldados y centuriones, y corrió a donde estaban. Ellos al ver al tribuno y la tropa, cesaron de maltratar a Pablo.


Pablo llamado a uno de los centuriones, dijo: Lleva este mozo al tribuno, porque tiene que participarle cierta cosa.


Y llamando a dos centuriones, les dijo: Tened prevenidos para las nueve de la noche doscientos soldados de infantería, para que vayan a Cesarea, y setenta de caballería, y doscientos alabarderos, o lanceros:


Luego, pues, que se determinó que Pablo navegase a Italia, y que fuese entregado con los demás presos a un centurión de la cohorte o legión augusta llamado Julio,


Pero el centurión, deseoso de salvar a Pablo, estorbó que lo hiciesen; y mandó que los que supiesen nadar; saltasen primeros al agua, y saliesen a tierra.


y que fue predestinado para ser Hijo de Dios con soberano poder, según el espíritu de santificación por su resurrección de entre los muertos,


El segundo ay se pasó, y bien pronto vendrá el ay tercero, o la tercera desdicha.