Mas a quien me negare delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.
Mateo 26:75 - Biblia Torres Amat 1825 Con lo que se acordó Pedro de lo que Jesús le había dicho: Antes que cantar el gallo renegarás de mí tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente. Biblia Nueva Traducción Viviente De repente, las palabras de Jesús pasaron rápidamente por la mente de Pedro: «Antes de que cante el gallo, negarás tres veces que me conoces». Y Pedro salió llorando amargamente. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Pedro se acordó de las palabras que Jesús le había dicho: 'Antes de que cante el gallo me negarás tres veces'. Y saliendo fuera, lloró amargamente. La Biblia Textual 3a Edicion Y Pedro se acordó de la palabra de Jesús, que° había dicho: Antes que cante un gallo, me negarás tres veces. Y saliendo afuera, lloró amargamente. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se acordó entonces Pedro de aquello que Jesús le había dicho: 'Antes que el gallo cante, me habrás negado tres veces'. Y saliendo afuera, lloró amargamente. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le dijo: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente. |
Mas a quien me negare delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.
Le replicó Jesús : Pues yo te aseguro con toda verdad, que esta misma noche, antes que cante el gallo, me has de negar tres veces.
Entonces empezó a echarse sobre sí imprecaciones y a jurar que no había conocido a tal hombre. Y al momento cantó el gallo.
Le respondió Jesús : ¿Tú darás la vida por mí? En verdad, en verdad te digo: No cantará el gallo sin que me hayas negado tres veces.
Porque ¿quién es el que te da la ventaja sobre otros? O ¿qué cosa tienes tú que no la hayas recibido de Dios? Y si todo lo que tienes lo has recibido de él, ¿de qué te jactas como si no lo hubieses recibido?
Hermanos míos, si alguno, como hombre que es, cayere desgraciadamente en algún delito, vosotros los que sois espirituales, al tal amonestadle e instruidle con espíritu de mansedumbre, haciendo cada uno reflexión sobre sí mismo, y temiendo caer también en la tenta-ción.
Esto es lo que debe transportaros de gozo, si bien ahora por poco tiempo conviene que seáis afligidos con varias tentaciones,